Gran Biblioteca GLP

Nombre: Gran Biblioteca GLP
Ubicación: San Isidro, Lima, Peru

jueves, junio 30, 2005

LA PARADOJA DEL HOMBRE - ENVIO 15/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 15/42)
Roger Jordan Palomino

La paradoja del hombre en el tiempo y en el espacio

Se había expresado que el ser humano, por la evolución de su especie, había logrado "sintonizar" parte de las vibraciones mas elevadas de la creación, logrando así que el espíritu encarnado dentro de su parte física, pueda manifestar, como Alma, la Consciencia Divina en la forma de Consciencia de sí, y como Yo o Ego, las características de su vida real.

Al sintonizar parte de las vibraciones que están cerca a Dios, se produce pues la asociación de la materia más grosera que es la tierra con la energía más pura que es el Alma; la primera de signo negativo por ser el efecto y la segunda de signo positivo por ser parte de la causa como ya se ha expresado varias veces; esta asociación genera en el hombre una terrible contradicción que él tiene que resolver para su evolución.

Efectivamente, para su evolución, el ser humano, por intermedio de su Alma, la que actúa en los tres niveles de los que se expresó anteriormente, está destinado a pensar, y en su pensamiento tiene que utilizar a su Mente Subjetiva para razonar y obtener, sobre la base de premisas, conclusiones; y a La Mente Universal para intuir o tener "corazonadas", sin necesidad de premisas.

Pero, he aquí, cuando el ser humano comienza a pensar con su Mente Subjetiva, es decir comienza a razonar, se encuentra con paradojas que tiene que resolver necesariamente en forma intuitiva. Una de las grandes paradojas ocurre cuando piensa en el origen y en el destino de su existencia, ya que intuye que su origen y su destino ocurre en algo que denomina Tiempo; asimismo, se da cuenta que entre su origen y su destino su ser siempre está cambiando.

Efectivamente, el ser humano tiene que aceptar que el cambio incesante de su ser ocurre en el tiempo, e intuye también que en este, están las causas y los efectos; pensando que las causas, en cuanto producen un efecto vinieron del pasado al presente y, en el mismo instante que el ser está pensando, ya esta discurriendo al pasado, y así incesantemente; el ser piensa en consecuencia, que por estar en perpetuo cambio, es y no es, por lo que su ser físico pareciera ser sólo una ilusión.

Esta contradicción se da efectivamente cuando el hombre piensa sobre sí mismo, ya que no puede dejar de pensar en su origen y en su destino, pensando que su origen está en el pasado y su destino en el futuro, así mismo, que su existencia discurre entre dichos dos extremos, y que el presente es el punto de unión entre su pasado y su futuro.

Pero ocurre que, ni el pasado ni el futuro lo puede percibir sensorialmente como percibe el presente, por lo que, por tal razón, piensa que, solo el presente existe y no el pasado ni el futuro, o, por lo menos, no de la misma manera que el presente.

Tal manera de pensar lo lleva a la contradicción de deducir que el presente, que percibe como real, tampoco debería existir, ya que, al no existir ni el pasado ni el futuro de la misma manera que el presente, este, que es punto de unión entre ambos, tampoco debería existir.

En este punto, habría que analizar por qué ocurre dicha contradicción o error en el pensamiento; por qué se puede percibir claramente el presente y no el pasado ni el futuro.

Para tal fin, será necesario analizar primeramente la naturaleza del presente, de lo que percibimos como tal.

El presente, el hoy, es percibido en sus manifestaciones, principalmente por los sentidos; la vista de un objeto o fenómeno, él tocarlo, olerlo, oírlo, etc., inducen al ser a pensar que lo que está sintiendo es lo único real y que, en consecuencia, el presente, el hoy que siente, es real, y el pasado y futuro que no puede percibirlos con sus sentidos, son algo diferente pero no real.

Lo mismo ocurre con lo que acontece en el interior de su cuerpo; en él siente algunas de sus manifestaciones y piensa que están aconteciendo en el presente, en el hoy; cuando desaparecen, piensa que se fueron al pasado o que simplemente han desaparecido.

Pero, lo que los sentidos perciben; ¿ Es verdaderamente lo real? ; ¿ Que ocurre, cuando se ve un objeto con los ojos y se le ve y aprecia luego con microscopios e instrumentos potentísimos que permiten determinar los cambios que en el mismo instante en que se está viendo el objeto están ocurriendo, y que los ojos no pueden ver? ; ¿Que es lo real entonces? ; ¿ Lo que la vista alcanza a percibir?, o los cambios imperceptibles a la vista que están ocurriendo; ¿O ambas cosas?

El cambio es permanente, jamás se detiene, las cosas siempre están cambiando; luego, lo que se percibe con los sentidos, es decir, lo que se cree que es real, no lo debería ser en realidad, solo debería ser una ilusión, pues lo realmente verdadero parece ser el cambio; los sentidos están pues limitados a percibir lo aparente.

Lo que se llama presente es sólo el tránsito entre pasado y futuro, es su punto de unión; por ello, se puede decir que pareciera que los sentidos sólo pueden percibir el tránsito, es decir, lo que aparece como resultado del cambio, el efecto mas no la causa, y este efecto sólo aparentemente pues en el instante mismo que está siendo percibido sensorialmente, ya sé esta convirtiendo en parte de la causa del siguiente efecto.

Pero, ¿Porqué los sentidos no pueden percibir el cambio que, como se indicó, es, al parecer, lo real?.

La única respuesta posible es que ello ocurre porque los sentidos sólo pueden percibir lo que es de su misma naturaleza, es decir de naturaleza material, y el cambio es el tránsito de un estado de energía a otro.

Entre la causa y el efecto, existe la misma relación que entre el origen y el destino, y la sucesión infinita de origen-destino, se da en lo que se llama Espacio y Tiempo, pues los fenómenos percibibles por los sentidos, se piensa que siempre ocurren en un espacio y duran un tiempo, parámetros estos que Kant, en su obra "La Crítica de la Razón Pura", los consideraba como necesarios para pensar, aunque su real naturaleza no esté bien comprendida y demostrada.

Por ello, se puede afirmar que el pensar esta afectado por la "materialidad" de los sentidos que perciben la existencia, y que la existencia es en realidad una sucesión ininterrumpida de cambios, y que, por tal razón, la existencia parece como que es y no es, y que el ser humano nunca es el mismo, sino ininterrumpidamente diferente.

Pero; ¿Porqué el ser tiene la sensación de ser, de tener una identidad, de que, a pesar de los cambios desde el pasado al presente, sin embargo tiene la certeza de " Ser “? ; ¿ Porqué, si piensa que en un momento es como A y luego como B y luego como C, y así indefinidamente, hasta que deja de pensar con la muerte como lo hace ahora en vida; sin embargo piensa que desde A hasta su muerte, siempre es “El mismo” ?

Esto podría explicarse porque el ser tiene una parte que continuamente cambia y otra que no cambia; porque la parte que cambia continuamente y que los sentidos perciben es material, de naturaleza mutable, o sea, que es y no es; y porque la parte que no cambia, y que, al parecer, mantiene la identidad del ser a pesar de los cambios de su parte material, debe ser necesariamente inmutable, es decir, que siempre es.

Así pues, es posible que el ser humano pueda romper la contradicción de su existencia de ser y no ser, cuando toma consciencia de que su parte material, es el efecto continuamente cambiante de una causa inmutable, y que en el mismo se encuentra también, una parte de dicha causa y que es lo que llamamos Alma la que es parte de la llamada Alma Universal, Mente Universal, Dios, etc.

Por todo lo expresado hasta ahora, cuando se dice como el filósofo Descartes: "Pienso, luego existo", se debiera decir mejor: pienso, luego existo como un ser con una parte mutable y de naturaleza material que no tendrá trascendencia y con una parte inmutable y de naturaleza no material trascendente.

miércoles, junio 29, 2005

PRONUNCIAMIENTO GRAN LOGIA DEL PERU

Gran Logia del Perú

A las Grandes Logias y HH:. FF:. MM:. esparcidos sobre la faz de la Tierra:

La Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú, con domicilio real en la Av. José Gálvez Barrenechea Nº 599 Urb. Córpac, Distrito de San Isidro, Provincia y Departamento de Lima, se dirige a las Grandes Logias de la Amistad y la Correspondencia y HH:. MM:. del Mundo, para expresarles lo siguiente:
La Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú, instalada el 25 de Marzo de 1882, es la única Potencia Masónica que administra el territorio de la República del Perú, estando reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra y por 244 Grandes Logias Regulares esparcidas sobre todo el Orbe; es fundadora e integrante de la Confederación Masónica Interamericana (CMI) y de la Confederación de Grandes Logias Bolivarianas que la reconocen como la única Potencia Masónica del Simbolismo con jurisdicción única y excluyente en todo el territorio de la República del Perú.
La Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú, tiene como forma jurídica la de Asociación Civil, debidamente inscrita en los Registros Públicos del país, Ficha 4100 Partida 01891960. Sus estatutos han sido aprobados por Resolución Suprema Nº 17 de fecha 28 de Mayo de 1931, por el Ministro de Justicia y Culto, inscrita con el RUC Nº 20126633824 en la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria (SUNAT), siendo su representante legal el Ing. Tomás Álvarez Manrique, en su condición de Gran Maestro de MM:. del Perú para el periodo 2004 al 2006 con poderes inscritos en la Página 30 de la Partida 01891960 Ficha 4100 de los Registros Públicos.
Tiene registrados y vigentes sus derechos de Propiedad, de Marca, de Nombre y de sus Signos distintivos, así como el de todas las Logias Jurisdiccionadas, en el "Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y Protección de la Propiedad Intelectual" (INDECOPI), mediante el Certificado Nº 00035306 con vigencia hasta el 13 de mayo del 2014, por tanto ninguna entidad puede utilizar su nombre, parte de su nombre, ni sus distintivos por hallarse protegidos por el Estado Peruano.
La Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú, tiene bajo su jurisdicción a 144 Logias que agrupan a 3121 HH:. activos, esparcidos a lo largo y ancho de la República del Perú, siendo la única que puede conceder la calidad de Masón en el territorio de la Republica Peruana.
Se ha detectado a través de diferentes medios, la actividad de personas que por sus graves delitos tanto masónicos como profanos o delitos comunes, en perjuicio del patrimonio de la Gran Logia, de sus Logias y de terceros, previo juicio masónico y sentencias debidamente refrendadas por su Gran Asamblea, fueron “irradiados” (expulsados) y por tanto sus nombres inscritos en el Libro Negro y borrada su memoria para todo el Mundo Masónico; estas personas han empezado una actividad pretendiendo formar Grandes Logias y también Confederaciones, tratando de sorprender la buena fe de profanos a quienes los Inician y les dan Grados que nunca serán reconocidos por la Masonería Regular del Mundo.
Ante estos hechos, la Gran Logia de AA:. LL:. y AA:. MM:. de la República del Perú, debe poner en conocimiento de la Masonería Universal esta actitud, a fin de que no acepten las maniobras de estos irradiados y/o irregulares sobre los que ha caído la vergüenza eterna por la gravedad de sus delitos en contra de la Orden, para cuyo fin alcanzamos la lista de quienes no pueden seguir engañando a los Masones del Mundo, por cuanto siguen utilizando como ha sido regla de su conducta, los más abyectos y protervos propósitos que no son sino consecuencia de la acción de las fuerzas del mal.

Por lo que hacemos un llamado a todos los Grandes Orientes esparcidos a lo largo y ancho de la Tierra a fin de que no se dejen sorprender por quienes pretenden socavar las bases y principios de nuestra Augusta Orden.

La Gran Logia de AA:. L:. y AA:. MM:. de la República del Perú reitera su indeclinable compromiso de continuar su labor exigiendo de sus miembros, la práctica de las virtudes morales y sociales en todo el territorio de la Republica del Perú, formando los hombres que continúen la tradición histórica de la Francmasonería, buscando que la sociedad donde vivimos sea cada vez mas solidaria, justa y armoniosa.



Juan Padilla Huapaya Tomás Álvarez Manrique
Gran Secretario Gran Maestro

Oriente del Perú, Junio del 2005 e:. v:.



Relación de Irradiados (Expulsados) hasta la fecha:


Arturo Rivera del Piélago (22/AGO/2002)
Miguel Alva Villanueva (22/AGO/2002)
Carlos Pacchioni Valdez (11/OCT/2002)
Carlos Pacheco Girón (09/DIC/2002)
Ricardo Noriega Salaverry (14/AGO/2003)
Carlos Maraví Gutarra (14/AGO/2003)
Juan Mendoza Salazar (14/AGO/2003)
Nelson Scheinfeld Lamas (14/AGO/2003)
Santiago Ernesto Figueroa Bernardini (14/AGO/2003)
Luis Perry Mauny (07/OCT/2003)
Walter Herrera Zapata (07/OCT/2003)
Javier Camino Carranza (07/OCT/2003)
Mario Rolleri Muente (11/DIC/2003)
Claudio Torres Chávez (11/DIC/2003)
Iván Gallegos Valdeiglesias (11/DIC/2003)
Augusto Incháustegui Gonzáles (01/JUN/2005)

SOLSTICIO DE INVIERNO

SOLSTICIO DE INVIERNO

R:. H:. Luis Anapan Ciqueiros

M:.R:.G:.M:. de la Gran Logia del Perú; Dignidades de la Gran Logia del Perú; RR:. Y QQ:.HH:.
Hoy he recibido el alto honor de dirigir este mensaje a vosotros, en este día solsticial, evocando el día de San Juan Bautista, personaje representado en los rituales de la Masonería Escocesa, cuyo comienzo coincide con el solsticio estival de invierno y desde el punto de vista cósmico utilizado como elemento alegórico en nuestra vida masónica. ¿Cuanta literatura debe existir sobre este acontecimiento, No?. Ahora haré lo propio.
La evocación de San Juan, simbólicamente, nos permite hacer un alto en el tiempo y considerar este día, sólo con las formas de sentir y pensar de los masones esparcidos por la superficie de la tierra.
Nosotros los Masones no hacemos más que recordar el sentido profundo de una mística que nos moviliza y nos orienta, en la que cosmogónicamente, el Sol brilla con más intensidad en nuestros espíritus, y nos hace sentir más iluminados, por un magnetismo universal, donde nuestras almas se efectivizan, se agrandan y se consolidan en este gran circulo cósmico.
Nosotros los masones, sin importar el rito de procedencia, necesitamos de estos momentos, para meditar y redescubrir el valor de ser considerado Masón noble y sincero, que nos ubique en el proceso histórico que realmente merecemos.
Siempre solemos escuchar, que en el Hemisferio Norte, se evoca el Solsticio de Verano y en el Hemisferio Sur, el Solsticio de Invierno, pero en verdad sólo debemos tener en cuenta que ambos solsticios tienen reminiscencias simbólicas, que nos manifiestan la posición de estar acorde con el tiempo de las realidades en que vivimos, en este tiempo, espacio que nos hablaba Einstein y que posteriormente filósofos y sociólogos han apuntado la secuela histórica que nos deja; pues todo hombre y toda sociedad tiene su tiempo, su espacio y su historia.
Entonces porque preocuparnos, si nuestros días son más cortos en nuestro hemisferio o más largos en el otro, o que hay menos luz del sol, que las noches son más largas, que hace frío, que los árboles extrañan sus hojas y que los frutos aguardan su tiempo. Sólo debemos saber que hemos cumplido un nuevo ciclo; así como lo hacen los astros, las constelaciones celestes, las presesiones equinocciales, etc, en ese ritmo del Alfa y el Omega, donde todo continúa como proceso natural y vital.
Estos fenómenos que evoca el Solsticio de Invierno, son análogas a la marcha que vivimos en nuestra Institución, que deben ocurrir sin interrupciones; sino acordémonos de los días recientes de Instalaciones de los VV:.MM:. del rito escocés que se practica en nuestro oriente; en la que se han renovado los cuadros logiales; es decir tiempo especial, que nos señala el momento para salir nuevamente hacia la luz, esa luz divina, espiritual, que debe tener todo masón, para ser entregado con amor a la humanidad.
Como vemos, nada es producto de la casualidad, todo cumple su ciclo, su evolución o involución, del caos al orden o viceversa; recordemos la alegoría del trigo, que tiene que ser sembrada y esperar en la más tenebrosa oscuridad, cumplir su ciclo y luego aparecer con luz propia y dar sus frutos benditos a la humanidad. Estos hechos serán siempre así, hasta que no haya otra creación distinta; la naturaleza tiene marcado su rumbo y nadie lo puede trastocar, bajo la pena de sufrir los embates de su degeneración. Este es pues el tiempo, espacio y la historia en que nos toca vivir y evolucionar.
Hoy debe ser una fecha de reflexión, un detener en cierto modo la marcha tropical de la naturaleza, un mirarnos hacia adentro, donde el reloj biológico nos dice que algo será diferente al resto del año, es el momento de hacer nuestro recuento espiritual para ver cuanto hemos avanzado, o también decirnos cuanto más debemos progresar. El feudalismo, La Monarquía, La revolución Industrial, Los Estados Autoritarios, La esclavitud, la URSS, entre otros han sido desterrados del planeta. Hoy existen más países libres, hasta una China con economía de mercado; ya no andamos en carreta; la imprenta de Gutemberg, el teléfono de Graham Bell, la bombilla de luz de Thomas Alva Edison están obsoletos, etc. Hoy clamamos Justicia social, más derechos para el hombre, defensa por la destrucción de nuestro planet a y una inmensa libertad para dirigir los destinos de nuestros pueblos, estamos viviendo una época bio-espacial y ciber-energética, con tecnología sideral en los medio de comunicación. Por tanto dependerá de nosotros decir cuanto debemos mejorar, en este nuestro país de 28 millones de habitantes y siete mil millones de habitantes en el planeta, con mucha hambre, desocupación, miseria e indolencia humana y social.

Pues bien, entonces esforcémonos por ser constructores espirituales y materiales futuros, que el desaliento no exista entre nosotros, no nos consideremos lo suficientemente satisfechos con lo que hemos caminado en este difícil, pero grato e iluminado sendero masónico; por el contrario veamos el Solsticio de invierno, como el indicado de trazar la ruta que debemos recorrer para llegar felices al solsticio de Verano del que también formamos parte y continuar con lo que la naturaleza y el cosmos nos tiene reservado.
Esta es la época de búsqueda del tiempo trascendente y de verdaderos valores, herido por nuestra indiferencia. Es el eterno movimiento de las estaciones del alma, que producen los Solsticios, que llevan al masón a la meditación y al esfuerzo para transitar en la eternidad de su pensamiento.
Así como esperamos la época de la luz, de las flores, y sus frutos, estamos en el tiempo de renovación y cambio, que nos permite mirar con proyección y demostrar nuestro amor a la humanidad, con un nuevo despertar a la tolerancia y dedicación a los laudables fines de la masonería, digno de recordar en el Solsticio de Invierno, que en esta época de frío nos obliga a acelerar y brillar.
Este solsticio proporciona amor a la humanidad, abre el corazón del masón hacia el templo de la armonía, muestra simbólicamente la analogía que la buena luz nace, y otra vez vuelve aparecer, ese recogimiento, de alegría que siempre debe brillar en nuestros Templos, donde germinarán nuevos caminos de esperanza, nuevas luces para los senderos obscuros, nuevas fuerzas para afrontar los históricos desafíos de intolerancia e indiferencia, en la que surgirán los espíritus nutridos de una nueva Luz en las que del G.·.A.·.D.·.U.·. nos permitirá trasponer la puerta de la inmensidad de la Luz.
En este simbolismo solsticial de invierno, pongamos nuevamente énfasis en la necesidad de cumplir con nuestros anhelos y esperanzas; así como los ciclos de la naturaleza se repiten en forma regular, también hagámoslo con lo más profundo de nuestras almas. Irradiemos nuestra luz y esperanza a los nuevos masones (aprendices) que se han incorporado a nuestra Augusta Orden, para que en forma conjunta trabajemos en bien de la humanidad, que somos nosotros mismos.
Salgamos de los estadios de la sombra y las tinieblas, sigamos en la búsqueda de la verdad y la Luz, donde existe la verdadera manifestación y esplendor de nuestro ser.
Son tantas las analogías que pudieran citarse, a través de la evocación del Solsticio de Invierno, Egipcios, Griegos, Brahamanes, Mayas, Aztecas, Indios, religiones, mitos, etc. Pero nosotros, somos tal vez más realistas y pragmáticos, y consideramos este proceso de cambio, como una transición hacia lo perfecto y nos alejamos de conceptos específicos, pero en todos los casos, estamos siempre dentro del mismo orden de cosas. Abramos las puertas del universo eterno, para dar entrada a la máxima sabiduría y a la quietud de nuestra alma. Recibamos lo que se nos brinda hoy como alimento, porque este será el fuerte muro de fuego que enfrentará la ignorancia y la intolerancia. Cambiemos la ilusión por la realidad.
RR:. Y QQ:. HH:. os deseo felicidad en este día, que marca el solsticio de invierno, esencia de toda la vida, que ha existido y existirá en este planeta, a partir del Sol. Sin el ritmo de los Solsticios la vida no sería tal como la conocemos. Los solsticios son parte de nuestra vida, esencia de nuestra especie, fuego, donde se resumen todos los mitos, todas las religiones de nuestra vieja y afligida sociedad. El solsticio es la celebración de nuestra propia existencia, la celebración de toda la vida que nos acompaña como individuos solitarios, desde lo terrenal hasta lo cósmico, donde todos somos producto de estos ritmos consagrados solsticiales.
El nacimiento a la Luz, a la nueva vida, el morir a la muerte y renacer a una nueva vida. Muerte y renacimiento, Nada de esto es misterioso para un masón, el verdadero misterio es la vida, el renacer de cada agonía, la perpetuación, la luz, el ritmo del tiempo. Por eso celebramos nosotros de forma especial los solsticios, hombres del solsticio, formados en el conocimiento, el que posee la Luz total.
Hoy compartamos esta pausa solsticial, en un espacio de inquebrantable inmortalidad, a veces triste otras veces gloriosa, donde todos intervenimos de esta solemne perpetuidad, gracias al ritmo de los solsticios. Los antiguos la sabían y lo reflejaron en sus mitos y religiones, lo retomaron los cristianos y nuestra sociedad indolente lo ha olvidado, pareciera que esto no tuviera ninguna significación en nuestras vidas, atraídos quizá por ulular de las telecomunicaciones o el facilismo popular que la sociedad ha corrompido.
HH:. Gocemos este día inimaginable de eternidad, y que este solsticio nos entregue la luz que necesitan los masones de este frío pero abrigado invierno. Que el G:.A:.D:. U:. nos ilumine y nos de la serenidad de poder cumplir con nuestros objetivos que nos ha trazado esta Augusta Orden iniciática.
Gracias Luis Anapán Ciqueiros 21 de Junio 2005

EL YO ó EGO - ENVIO 14/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 14/42)
Roger Jordan Palomino

El Yo o Ego

De la asociación del Alma inmutable de signo positivo, y del cuerpo material mutable de signo negativo, resulta una manifestación que se suele llamar Yo o Ego, el cual caracteriza al hombre.

Si tenemos en cuenta que el Alma, por su naturaleza divina, tiende a que la Consciencia de sí se asemeje a la consciencia de su fuente, es decir a la Consciencia o Mente de Dios, y el cuerpo, por su naturaleza material, tiende hacia la satisfacción de sus necesidades materiales; resultará natural que, por tal razón, la tercera entidad que resulta de la fusión del alma con en el cuerpo y que se denomina Yo o Ego, refleje dicha dicotomía.

Este Yo o Ego se va formando a lo largo de la vida del hombre, y según este se incline, sea hacia los reclamos espirituales del Alma o hacia los apetitos materiales del cuerpo, resultará que el Yo o Ego tenga mas carga positiva si está en mayor armonía con el Alma, o negativa si tiene mayor afinidad con el cuerpo.

Este Yo o Ego, por su naturaleza espiritual, es una entidad que se adosa al Alma, aun cuando pueda tener mayor afinidad con los reclamos del cuerpo, y se manifiesta claramente en los cinco centros que se vieron anteriormente.

Así pues, las consecuencias del uso del libre albedrío del hombre, harán que su Yo o Ego, sea que esté o no en mayor o menor armonía con el Alma, afectarán siempre a su Alma, sea para facilitarle que irradie sin obstáculos su poder divino cuando él Yo o Ego tiene mayor armonía con ella, o para dificultarle que este poder se manifieste cuando tiene menor armonía con ella; también influirá en su cuerpo, pues según satisfaga sus apetitos armoniosa o inarmoniosamente, el hombre dispondrá o no de buena salud.

Si él Yo o Ego dificulta el rol del Alma, es porque este actúa como una carga o lastre que el Alma tiene que cargar porque las vivencias del hombre son contrarias a la real naturaleza del Alma que es la del Creador; este lastre actúa también como una empañadura que dificulta que el Alma pura irradie el poder de Dios para guiar al hombre.

Así pues, para que el Alma pueda cumplir el rol para el que ha sido encarnada en el hombre, él Yo o Ego de este tiene que alcanzar su misma perfección. La perfección mencionada, tiene que estar referida necesariamente a las manifestaciones de perfección de quien se considera como Dios.

En este punto, es necesario apoyarse en la capacidad de especulación de la Filosofía, de la que se había concluido que su utilidad radicaba en que, como disciplina racional, había logrado deducir que existe perfección absoluta en Dios por sus manifestaciones en lo ético o moral y en lo estético o bello; manifestaciones intuidas y buscadas por el hombre.

Como consecuencia de lo expresado, la satisfacción perfecta de las necesidades materiales y espirituales, debería estar ajustada a la satisfacción ética y estética de estas; entendiéndose como satisfacción ética, a la satisfacción de dichas necesidades en forma moral y justa; y satisfacción estética a la satisfacción de dichas necesidades en forma armoniosa o con bienes armoniosos o bellos. Lo contrario, es decir la satisfacción inmoral e inarmónica de dichas necesidades, rompería la idea de perfección que busca el Alma para el logro de los fines para los cuales Dios la ha hecho manifestar en el ser humano.

Lo expresado, tiene que referirse, en consecuencia, a que Dios quiere que el ser humano satisfaga sus necesidades materiales y espirituales según la armonía que existe como ley en la creación y que sugiere la idea del bien. Dicha armonía puede ser reproducida en el ser humano cuando este, por su voluntad, logra hacer trabajar a los cinco centros de los cuales hemos hablado, en forma armónica, dando lugar a la perfección del ser como se verá mas adelante.

Cualquier rotura de dicha armonía, supone así la vulneración a la ley natural, surgiendo así la idea del mal; en el Génesis se relata simbólicamente esta situación de dicotomía en la que el hombre fue puesto cuando se convirtió en Alma Viviente con libre albedrío cuando Dios le prohibió a Adán, que coma del “Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal”.

El simbolismo contenido en este pasaje, es altamente revelador de profundas verdades ya que, si se considera al concepto de Ciencia como conocimiento, se manifiesta con claridad que el bien y el mal requieren del conocimiento de lo ético y de lo estético para producirse, resultando así que el hombre, por intermedio de su Consciencia, tiene que tener conocimiento de la ley natural para saber si se la está respetando o transgrediendo.

Se puede considerar que dicho conocimiento es intuitivo por medio del Alma, resultando así que si el hombre, por su libre albedrío, actúa bien o mal, su Alma quedará siempre pura pero él Yo o Ego, además de facilitar o dificultarle su tarea a esta, reflejará la actuación del hombre.

En este punto se considera necesario aclarar un poco mas sobre las relaciones entre la Consciencia y él Yo o Ego. Al respecto, el Alma contiene como propiedad inmutable y eterna a la Consciencia Divina, la que ha devenido en Consciencia de sí debido a su asociación con la materia por las sensaciones que recibe de esta; y el Yo o Ego, es una entidad susceptible de cambiar según la evolución del hombre.

En otros términos, la Consciencia, que es una cualidad del Alma divina, puede servir siempre como referente seguro para evolucionar, y el Yo o Ego, puede estar tanto mas cerca del Alma cuanto más en armonía esté con las leyes de la creación, pudiendo llegar a confundirse casi con la Consciencia Universal de Dios contenida en el Alma Divina. Así, cuando comúnmente se escucha que se debe escuchar a la voz de la Consciencia que nos habla por medio de la Intuición para actuar bien, se debe entender que dicha Consciencia, es la Consciencia Divina contenida en el Alma y no las voces, casi siempre falaces, del Yo o Ego que uno va formado en la vida.

El antiguo postulado griego “Gnoti Seauton” o el latino “Noscete Ipsum”, que significa “Conócete a ti mismo”, se refiere precisamente a la necesidad de que el hombre conozca, sin engaños, a su Consciencia con relación al Yo o Ego que lo caracteriza; es decir, a la necesidad de establecer una comparación entre ambas entidades para determinar cuan cerca o cuan lejos están una de otra y, en consecuencia, determinar la magnitud del trabajo que debe realizar para evolucionar. Este trabajo no es nada fácil como se verá mas adelante.

Como consecuencia de lo expresado, se puede decir que, así como la fisonomía externa permite identificar físicamente a un ser humano, su Yo o Ego es lo que permite caracterizarlo espiritual e individualmente, reflejando su belleza o no belleza moral.

Antes de concluir con esta parte, es necesario alertar al lector sobre la verdadera parafernalia de teorías sobre la verdadera composición u organización del hombre.

Algunas de ellas, principalmente las provenientes de distorsiones de doctrinas esotéricas orientales, sostienen que el hombre tiene cinco cuerpos, otras siete, coincidiendo todas en que estos cuerpos se diferencian por su densidad, desde el cuerpo más denso o visible hasta el menos denso ya invisible.

No es posible afirmar ni negar tales teorías, pero si es posible especular en que todas pueden ser coincidentes en que el hombre contiene en si y en diferentes gradaciones lo afirmado en el pensamiento hermético varias veces señalado en este trabajo, es decir que la parte material del hombre no es mas que energía condensada, y que esta es luz condensada, y que esta es pensamiento condensado, y que este es amor condensado, y que este es espíritu condensado, y que este es la manifestación del Dios invisible en el hombre visible, de tal manera que en el hombre se realicen los dos polos de la existencia de Dios, conforme lo parece sugerir la revelación bíblica de que el que el hombre es una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios.

martes, junio 28, 2005

LOS CENTROS DEL SER HUMANO - ENVIO 13/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 13/42)
Roger Jordan Paolmino

Los centros del ser humano

De la asociación de la parte física del ser humano y de su Alma, resultan ciertas áreas funcionales que muchas escuelas iniciáticas han estudiado y observado que en ellas se acentúa dicha asociación; así, algunas escuelas iniciáticas, particularmente de oriente, llaman a estas áreas "Chakras" de las que sostienen, son siete; y otras escuelas, particularmente de occidente las denominan "Centros", sosteniendo que son cinco; en este trabajo se empleará esta última denominación por considerarla que es más coherente con la cultura occidental.

Estos centros según lo indica el esoterista ruso Ouspensky, en su libro "Fragmentos de una enseñanza desconocida" son cinco; en tres de ellos se acentúa mas la parte material del ser y son: el Centro Motor, el Centro Instintivo y el Centro Sexual; y en los otros dos se acentúa mas la parte espiritual o del Alma y son: el Centro de la Emoción y el Centro de la Razón.

El Centro motor, está relacionado con el movimiento del cuerpo, particularmente con las extremidades.

El Centro Instintivo está relacionado a las funciones que el cuerpo físico realiza automáticamente frente a determinados estímulos que aparecen ante necesidades de tipo animal.

La ubicación del Centro Instintivo, se encuentra en el cerebro, cercano al Centro de la Razón, dando a entender que en el cerebro, es decir en la parte mas alta del hombre, también radica su parte mas animal, por lo que por su decisión y su libre albedrío, mediante la voluntad, puede actuar como un animal o como un ser humano. Terrible paradoja cuyo misterio tiene que resolver el mismo ser.

El hecho de que el Centro Instintivo, le asegure al ser humano sus reacciones animales, no significa que este centro sea malo, al contrario, este centro se encuentre cerca al Centro de la Razón, en la parte más alta de su ser pues sus instintos son el producto de lo que va aprendiendo inicialmente y luego, cuando el aprendizaje se vuelve costumbre, pasa a ser de actuación automática; por ejemplo, él aprender a caminar, a nadar, etc.

El Centro Sexual está relacionado a las funciones de la reproducción de la especie; en realidad debería estar ubicado en el ámbito del Centro Instintivo, pero por su enorme importancia, algunas escuelas iniciáticas lo han separado como un centro aparte.

Efectivamente, la importancia de este centro es tanta, que nada menos que de su correcto funcionamiento depende que la obra creadora de Dios continúe; es tanta su fuerza que un sólo ser humano es potencialmente capaz de poblar un mundo con la capacidad de reproducir, cual Dios, millones de vidas.

Así pues, los centros Motor, Instintivo y Sexual, vienen a ser los ámbitos en los que la presencia de parte física del ser es más evidente que el Alma de este, y su funcionamiento se da en el plano de la Mente Objetiva que es la que, como ya se expresó, actúa mas cerca al cuerpo físico. A continuación se verán los otros dos centros, el de la Emoción y el de la Razón, en los que la presencia del Alma es más evidente que la parte material.

El Centro de la Emoción, que las escuelas iniciáticas ubican en el corazón, es el que permite que el ser humano manifieste sus sentimientos; por estar radicado en el corazón, órgano principal del Sistema Circulatorio, sus efectos recorren todo el cuerpo físico a través del torrente sanguíneo llevando al cuerpo los efectos de los sentimientos que pueden ser positivos o negativos.

Este centro está asociado directa e íntimamente al Sistema Respiratorio pues, como se conoce por Anatomía, en cada aspiración, el torrente sanguíneo es dotado de aire nuevo y en cada expiración expulsa el aire ya utilizado que es aire viciado; por tal razón, los sentimientos afectan también y grandemente a todos los órganos del cuerpo, sea que por este recorra sangre con aire respirado con sentimientos negativos o con sentimientos positivos.

El Centro de la Razón, ubicado por las escuelas iniciáticas en la cabeza, para ser más exactos en el cerebro, está íntimamente relacionado con el nivel de la Mente Subjetiva de la que se trató anteriormente, es decir, aquel en el que se llevan a cabo los procesos comunes del razonamiento inductivo, deductivo y silogístico a través de los cuales, normalmente tomamos decisiones sobre los diarios problemas y retos de la vida. Este nivel es usado también por la Ciencia y la Filosofía para sus procesos de análisis y síntesis.

Como se manifestó anteriormente, si se ha logrado una cierta expansión de la consciencia, se puede acceder al nivel de la Mente Universal en la cual se pueden hallar respuestas a las inquietudes mas elevadas y que el nivel de la Mente Subjetiva no puede resolver porque escapa a sus posibilidades de razonamiento; normalmente de este nivel llegan lo que se denominan las Inspiraciones, o la Intuición, a veces denominadas vulgarmente como “corazonadas”; Muchas veces este nivel otorga respuestas durante los estados de sueño, es decir, mientras el cuerpo físico, y la Mente Objetiva y Subjetiva se encuentran en reposo.

El Alma del ser evidencia en el Centro de la Razón, su presencia reflexiva, captando siempre el pensamiento de Dios ya que el cerebro es la expresión mas elevada de la organización de la materia, maravilla de la creación, y en el Centro de la Emoción el Alma evidencia su presencia activa, impulsando siempre al hombre a la acción pues el corazón marca el ritmo vital de su existencia con cada latido. Por tal razón, se dice que "Dios descansa en el cerebro humano y actúa en su corazón"

Para evidenciar la superioridad del ser humano sobre la otras criaturas de la creación, al mismo tiempo que para testimoniar la jerarquía de cada uno de los cinco centros de los que hemos hablado, el hombre, en su larguísimo proceso evolutivo, ha logrado caminar erguido, de pie, evidenciando así que, como consecuencia de su evolución, en el nivel mas alto de su organización material, en su cabeza, han logrado radicar las partes mas importantes de su ser, el Centro de la Razón y el Centro Instintivo; a continuación, en el centro de su cuerpo, el de la Emoción; luego, mas abajo el Sexual; y por último, el Motor en sus extremidades.

Efectivamente, si se observa a los animales, se verá que estos caminan según la horizontal, como si su cerebro en el que está su incipiente razón y sus instintos, su corazón, su sexo, y sus extremidades están en el mismo nivel, paralelos a la tierra; mientras que el hombre, gracias a su evolución, ha logrado erguirse desde la posición horizontal de los animales hasta la posición vertical respecto a la horizontal de la tierra de la que su parte material esta hecha.

La posición vertical del ser humano, ha sido pues ganada para su especie gracias a su voluntad, que, entre otras cosas, le ha permitido el desarrollo de instintos para manejar con habilidad sus manos ya libres, a fin de trabajar y utilizar con ellas los objetos que su capacidad de razonamiento le permite determinar como necesarios para su mejor calidad de vida.

Es pues por su voluntad, que el hombre decide lo que tiene que hacer con su libre albedrío para evolucionar o para degradarse.

lunes, junio 27, 2005

E L A L M A - ENVIO 12/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 12/42)
Roger Jordan Palomino

El Alma

Cuando el espíritu de Dios, encarna en un hombre específico, adopta una cierta individualización según las circunstancias de este, circunstancias que tienen que ver con su conformación física, su raza, nación, situación social, sexo, cultura, época, etc. Por tal razón, el filósofo Ortega y Gasset, decía que " el hombre era el y sus circunstancias".

Esta individualización del espíritu de Dios en un hombre específico, es lo que llamamos Alma.

Esta Alma es la que le permite al ser humano tener Consciencia de sí, la que aparece como una consecuencia de las sensaciones que experimenta el Alma a través del cuerpo; el cuerpo es pues el vehículo para que se manifieste la Consciencia de sí.

Esta Consciencia de sí, es la que le permite al ser humano el mantener su identidad a pesar de los continuos cambios de su parte material, también le permite el buscar el conocimiento para progresar, y a vislumbrar e intuir ciertos valores éticos y estéticos, que nadie racionalmente podría sostener, son producto de su parte mineral, vegetal o animal, ya que estas tienen sus propias y particulares leyes; no quedando otra alternativa, hasta ahora, que aceptar, que dicha Alma funciona en planos de existencia todavía inalcanzables a la comprensión del hombre y a la Ciencia.

Efectivamente, la Ciencia, a través de la Psicología tiene una explicación para esto y los métodos iniciáticos varias versiones según su escuela.

Según una de las órdenes iniciaticas mas prestigiadas de Occidente, el Alma se manifiesta en el hombre en varios planos; así, en las cercanías a Dios, actúa el plano más elevado llamado de la Mente Universal; de este plano proviene la inspiración, la intuición, y el deseo del hombre por la búsqueda de la belleza, de la justicia, de los valores. etc. A este plano no es fácil acceder consciente y voluntariamente sino sólo a través de procesos psíquicos o místicos especiales mediante los cuales se puede lograr la armonía con dicha mente.

Del plano de la Mente Universal, del que se acaba de hablar, se desciende al plano de la Mente Subjetiva que contiene el archivo de la memoria actual, es decir al que se puede acceder con cierta facilidad y que contiene también a las facultades del razonamiento, los hábitos y la imaginación. Esta Mente subjetiva está mas al alcance del ser mediante la simple voluntad.

De la Mente Subjetiva, se baja aun más, hacia la Mente Objetiva, que es la que actúa a través de los cinco sentidos por medio de sus sensaciones y sobre la cual, la voluntad no tiene poder sino los reflejos; esta es la mente de la parte animal del hombre, y es la que lo anima vitalmente. Existen ciertos procedimientos iniciáticos , particularmente de los Yogas, para controlar dichas sensaciones.

En esta parte sería de utilidad especular sobre la multiplicación de la especie humana con relación al alma de cada nuevo ser humano. Al respecto, es posible que el espíritu encarnado en un hombre específico y que llamamos Alma, no sólo impulse y direccione la evolución de este, sino que también transmita a las porciones del Espíritu de Dios que constituirán nuevas almas su experiencia. Esta experiencia acumulada por la especie humana es la que llamamos Civilización.

Para resumir, el Alma del hombre se manifiesta en tres planos que son, el de la Mente Universal,
el de la Mente Subjetiva o racional, y el de la Mente Objetiva o animal. Así pues, el hombre puede satisfacer sus necesidades físicas sobre la base de sus reflejos sensoriales con su Alma trabajando en el plano de la Mente Objetiva; puede satisfacer también sus necesidades intelectuales sobre la base de su capacidad de razonar inductiva, deductiva y silogísticamente, con su Alma trabajando en el plano de la Mente Subjetiva; y puede recibir, inspiraciones, revelaciones, iluminación, etc., de la Mente Universal, cuando el ser, por su evolución, logra la capacidad de acceder a esta en un estado llamado por la Psicología como Intuición, por las escuelas iniciáticas como “Iluminación” y por las religiones como “Revelación”.

Al respecto, San Alberto Magno quien fue un gran teólogo y filósofo alemán que vivió entre 1193 y 1280, en su tratado denominado “De Adhaerendo Deo”, dice lo siguiente: “ Cuando San Juan dice que Dios es en espíritu, y que debemos adorarle en espíritu, nos quiere decir que la mente debe estar limpia de toda imagen. Cuando oréis, cerrad la puerta, me refiero a la puerta de vuestros sentidos, mantenedla atrancada y con el cerrojo echado para evitar todas las ilusiones e imágenes. A Dios nada le complace más que una mente libre de toda ocupación y toda distracción. Esa mente se transforma en Dios, pues no puede pensar, comprender o amar nada, excepto a Dios: sólo ve en Dios otras criaturas y a ella misma. Quien puede penetrar dentro de sí, trascender su propia persona, verdaderamente asciende a Dios. Quien amó y deseó, está por encima de todo lo que es manifiesto y todo lo que es inteligible; los sentidos y la imaginación no nos pueden llevar a El, pero sí el deseo de un corazón puro. Así llegamos a la obscuridad de la mente, por la que podemos ascender a la contemplación aun del misterio de la trinidad. No penséis acerca de la tierra, ni de vuestros amigos, ni de vuestro pasado, presente o futuro, mas considérense a sí mismos como que están en el exterior del mundo, solos con Dios, como si vuestra alma estuviese ya separada del cuerpo y ya no tuviese ningún interés en la paz o en la guerra, o en el estado del mundo. Abandonad vuestro cuerpo y fijad vuestra mirada en la luz increada. No permitáis que algo se interponga entre ustedes y Dios.”

Por su parte, el gran místico alemán Juan Eckhart, quien vivió entre 1260 y 1327, reconociendo tácitamente que el Alma era la parte de Dios mas elevada a la que el hombre había logrado tener acceso, decía respecto de ella: “Dentro del Alma existe algo superior a ella, algo divino, llano, purísimo. Mas bien anónimo y desconocido. De esto, me he acostumbrado a hablar en mis disertaciones. A veces le he llamado un poder, a veces una luz increada y otras más, un resplandor divino. Es absoluto, carente de forma y de nombre, exactamente igual a Dios, quien también es libre y absoluto. Es superior al conocimiento, al amor y a la gracia; pues, en todos estos, todavía existe la distinción. En este poder Dios brota y florece en manifestación Suprema, y el Espíritu prospera en Dios. Dentro de esta fuerza el Padre produjo a su Hijo unigénito, en esencia como El, y en esta luz surgió el Espíritu Santo.”

Siendo fundamental la compresión de la naturaleza del Alma, nunca serán suficientes los aportes de la comprensión que de ella han tenido los grandes filósofos y místicos de todos los tiempos; por tal razón se agregan a las dos profundas consideraciones anteriores, la siguiente consideración que pertenece al gran filósofo griego Platón quien vivió entre el 427 y el 347 A.C: “ En el mundo del saber, la forma esencial de Dios aparece al final de todo y apenas puede percibirse; mas cuando se advierte, no podemos menos que concluir que desde todos los puntos de vista, es la fuente de todo lo esplendoroso y lo bello en el mundo visible, que da origen a la luz y es el principio del Sol; y en el mundo intelectual, otorga la verdad y la razón; y quienes actúen sabiamente, colocarán esta forma de Dios ante sus ojos.

Este razonamiento nos demuestra que en el Alma reside una facultad, un instrumento, que capacita a cada uno de nosotros para aprender; y que esta facultad o instrumento debe hacerse girar en compañía del alma entera desde el mundo efímero, hasta que esta sea capaz de resistir la contemplación del mundo real y la parte más brillante de este, la cual es la forma de Dios: ¿ Estoy en lo correcto?

Este es un tema que comprende la revolución de un alma, que es la travesía a lo largo de un camino que conduce desde una especie de día obscuro como la noche, hasta un verdadero día de existencia real; y sin duda, declararíamos que la verdadera filosofía está en camino.”

Para terminar esta parte, se debe expresar que el Alma del hombre, por ser parte del Espíritu de Dios es absolutamente buena y goza de las mismas propiedades de este; pero al tomar el hombre Consciencia de sí, accede por voluntad divina a lo que se denomina el Libre Albedrío, por lo que esta alma pura puede verse afectada con las consecuencias del buen o mal uso que el hombre haga de su libre albedrío como se verá mas adelante.

miércoles, junio 22, 2005

LA PARTE MATERIAL DEL SER HUMANO - ENVIO 11/42

EL SER HUMANO, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 11/42)
Roger Jordan Palomino

La parte material del ser humano

Como ya se expresó, la Ciencia viene descubriendo que la materia no es mas que energía concentrada, la que se organiza en las infinitas criaturas y cosas en las que aparece en la naturaleza, sean estas minerales, vegetales o animales, incluida la parte material del hombre.

Pareciera que en esta energía viene contenido el plan para que la materia se organice de tal o cual manera, organización que incluye la forma y dirección del cambio, el que debe ser eterno ya que la Ciencia plantea respecto de la materia y la energía, que estas no se pueden crear ni destruir, sino sólo transformarse.

Pues bien, si se acepta lo que la Ciencia viene aceptando, es decir, que la materia no es mas que energía concentrada, entonces se tiene que aceptar también que lo que los ojos del hombre ven de sí mismo y de su especie, es en realidad energía concentrada en forma humana percibible sólo por humanos, y que en realidad el hombre es sólo una asociación de átomos organizados en células y estas en tejidos y estos en lo que se llama cuerpo, y en sentido contrario, lo que se llama cuerpo, no es mas que el resultado percibible del continuo cambio de tejidos, células y átomos; desde las etapas de embrión, pasando por feto, luego niño, joven, adulto, anciano, etc.; etapas que no son mas que el resultado, en el Tiempo y en el Espacio, de un cambio incesante, no percibible en el denominado presente.

Esta parte del ser de naturaleza material es percibida sólo sensorialmente, pero a medida que se usan instrumentos más potentes, se puede apreciar como una asociación de tejidos, luego de células, y por ultimo de átomos que siempre están cambiando como consecuencia de una energía no percibible sensorialmente, y que, al parecer, trae la causa de los cambios, cambios que continúan ad infinitum según planes que la Ciencia desconoce y que, en algunos casos, cuando se trata del ser humano, la Religión revela: "Tierra eres y en tierra te convertirás"; al parecer origen y destino de la parte material del ser humano.

Por otra parte, el cuerpo humano como toda materia, contiene en su composición los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza material que son la tierra, el agua, el aire y el fuego; la tierra que da masa y forma a sus componentes, el agua que en forma de sangre y líquidos transporta la energía que lo anima vitalmente, el aire que aspira por la nariz y expira por la boca mientras vive por lo que es fácil deducir que en él radica dicha energía vital, desde que aspira por primera vez hasta que expira cuando muere, y el fuego que esta contenido en cada uno de sus átomos y que hace que su cuerpo esté caliente con el calor que es parte del calor solar del que depende todo lo existe en la Tierra.

Como consecuencia de su propia naturaleza, los sentidos humanos perciben las cosas materiales de manera humana. Un animal microscópico, por ejemplo un virus, las deben percibir de otra manera diferente, quizás por sus manifestaciones calóricas, con grandes intervalos entre sus células por entre las cuales puede moverse libremente; estos seres quizá no lleguen a determinar los límites de las formas del hombre como él las percibe, y quizás el hombre sea para dichos seres como universos en los que actúan.

Por su vista, el hombre solo alcanza a ver lo externo de su cuerpo, no pudiendo ver los tejidos de los que está compuesto, ni las células que constituyen sus tejidos ni los átomos de las que están compuestas sus células, y más profundamente, la energía de la que está compuesta cada uno de sus átomos.

El hombre es real en su percepción para el mismo, pero para algún ser que pueda percibirlo como lo que realmente es, es decir, energía concentrada, en continuo cambio, mutable y organizada como ser humano, el hombre debe ser otra entidad. La entidad que llamamos Dios debe percibir al hombre así; es decir, debe percibirlo completamente en su pasado, presente y futuro porque quizá, para El, el hombre es un eterno presente.

La organización de la parte material del ser humano, debe obedecer a algún plan para algún fin especifico; si por alguna razón, dicha organización finaliza con la muerte, la organización no servirá para el fin para el cual fue preconcebida, y los elementos de los cuales esta compuesta la organización indicada, se organizaran nuevamente, bajo otras formas y para otros fines.

La parte material del hombre, de naturaleza mutable, que posee vida vegetativa e instintiva tiende a la tierra; la tierra es su origen y destino y se manifiesta a través de necesidades o reclamos del cuerpo tales como el hambre, el deseo sexual, la necesidad de abrigo, etc.; a estas necesidades se denominan necesidades primarias y están orientas a la parte animal del hombre.

A esta parte material del hombre, por depender
totalmente de la tierra, se le puede considerar también como de naturaleza pasiva, es decir, todo le acontece; ella, por si sola no puede variar las leyes mecánicas que actúan sobre sus componentes, sólo puede sentir las leyes de la vida vegetativa e instintiva sin poder variarlas un ápice.

Por ello, se puede afirmar que la parte material del hombre es de naturaleza mutable y de signo negativo porque, al ser sujeto de cambio, en ella actúa la fuerza que contiene la dirección y causa del cambio que debe ser de naturaleza inmutable y de signo positivo; es decir, la parte que es sujeto de cambio es de signo negativo y la parte que es motivo del cambio, de signo positivo; negativo por ser el efecto y positivo por ser parte de la causa.

En esta parte es necesario aclarar que, cuando se expresa que la parte espiritual del ser humano es de signo positivo y su parte material de sigo negativo, no se esté queriendo significar que solo el espíritu sea bueno y el cuerpo sea malo; lo que sé esta tratando de señalar son cualidades de la fenomenología en la que se establecen que las causas o noumenos son de signo positivo y los efectos o fenómenos de signo negativo. La cualidad de ser bueno o malo, se verá mas adelante, cuando se trate de la evolución del ser humano con relación a la Filosofía Etica. En todo caso, debemos dar por cierto que todo lo que crea Dios es bueno, sea esta una entidad material o espiritual.

Por estar en continuo cambio, la parte física del ser, es en realidad una ilusión, pues nunca es; sin embargo, el ser humano tiene la sensación de ser, y esta sensación de ser, necesariamente tiene que estar en una parte de él que no debe cambiar nunca; esta parte no puede ser ya de naturaleza física, material y mutable sino de naturaleza espiritual e inmutable.

Para concluir, quien dedica su vida a la satisfacción de sólo sus necesidades primarias, en realidad está viviendo como un animal y está satisfaciendo solo la parte cambiante del ser que, como dijimos, es y no es; es decir, está viviendo para satisfacer lo que no podrá tener trascendencia. Ese ser podrá decir como el filósofo Descartes: "Pienso, luego existo", pero no podrá asegurar que su existencia sea absoluta ya que, efectivamente existe pero pasivamente, como algo que es y no es y que esta destinado a la tierra.

La parte espiritual del ser humano

Se había expresado que la materia no es mas que energía concentrada, lo que se puede confirmar científicamente, pues ya es posible ir penetrando instrumentalmente su composición hasta llegar a la molécula; de allí en adelante ya no es posible ver directamente la composición de la molécula, pero se conoce indirectamente, por sus manifestaciones, que esta continua hasta el átomo; de allí a la energía en la forma de electrones, positrones, neutrinos, etc.; de allí deben seguir formas de energía que aun no conocemos y cuya vibración es ya de mucha mayor frecuencia hasta llegar a lo que los místicos llaman espíritu y los científicos energía vital.

Esa parte inmutable que los sentidos no pueden ya percibir, puede ser identificada por la naturaleza de sus manifestaciones que, a pesar de sentirse reales, no pueden considerarse como materiales.

Si las manifestaciones mencionadas no provienen del cuerpo material, ¿De donde provienen y cual es su real naturaleza?

Para dar respuesta a estas cruciales interrogantes, se utilizará lo que la Ciencia acepta y lo que la filosofía sostiene; asimismo, lo que se puede creer sobre la base de las enseñanzas místicas de algunas escuelas iniciáticas y de la Religión.

Según el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española de la Editorial Sopena, Vida es: "la fuerza interna substancial de los seres orgánicos, mediante la cual obran estos", Fuerza es: "La energía y eficacia natural de las cosas" y Energía es según la Física: “Un término abstracto que se usa para designar la magnitud equivalente a un trabajo mecánico. Todos los fenómenos físicos son manifestaciones diversas de ella y sólo la conocemos por los efectos que causa sobre nuestros sentidos”.

Se aprecia hasta ahora que nuestra lengua coincide en que la vida es una fuerza y que esta es una energía.

Según la Ciencia además, energía es todo aquello que es capaz de causar una transformación, y la materia es una de las manifestaciones de la energía.

Según la Ciencia también, ni la materia ni la energía desaparecen, sólo se transforman, por lo que implícitamente les reconocen su eternidad, es decir su capacidad de no morir, sino sólo de cambiar de estado.

Hasta ahora, ninguna de estas ramas del conocimiento posee poder metodológico para demostrar concretamente la real naturaleza de esta energía llamada espíritu.

Sin embargo, esta particularísima y sutilísima forma de energía aun no mensurable, pero que no se puede por ello negar con rigor metodológico su existencia; es capaz de dotar al hombre de la capacidad de animar vitalmente su parte material, así como anima vitalmente a toda criatura del Universo; a los minerales con energía vital en forma de energía eléctrica; a los vegetales, con energía vital vegetativa; a los animales, con energía vital instintiva; y a los seres humanos, con energía vital consciente. Así pues, el espíritu o energía vital interpenetra toda manifestación material.

La parte espiritual, está pues presente en toda la parte material del cuerpo; no existe parte de este en que la ella no esté presente, desde los cabellos hasta las uñas de los pies, desde la piel hasta las moléculas de las que nuestras partes físicas están conformadas, desde las moléculas hasta los átomos, de estos, ya en forma de energía hasta los electrones, positrones, neutrinos, de estos mas aun, hacia formas sutilísimas de energía.

Esta parte espiritual, por ser parte de la fuerza vital del Universo que da vida a todo, y por contener la dirección de los cambios de la materia, es de naturaleza activa.

Así pues, hasta ahora tenemos identificadas en el ser humano dos naturalezas, una material, mutable y temporal de signo negativo por ser el sujeto del cambio, y otra espiritual, inmutable y de signo positivo por ser la fuerza originadora del cambio constante de la parte material.

lunes, junio 20, 2005

EL SER HUMANO - ENVIO 10/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 10/42)
Roger Jordan Palomino.

PARTE II

“ Entonces Jehová Dios
formó al hombre del polvo
de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue
el hombre un Alma viviente”
(Génesis 2, 7)

EL SER HUMANO

Definida en la primera parte la necesidad del sincretismo y del libre pensamiento como metodología, así como la existencia de una Causa Primera a la que se ha convenido, como lo hace la mayoría, llamarle Dios; en esta segunda parte se tratará de dar respuestas sobre el motivo central de esta obra: El hombre; en lo concerniente a su origen, a su composición y a la finalidad de su existencia.

Para semejante tarea, se utilizarán en algunas oportunidades, los conocimientos de la Ciencia, en otras, de la Filosofía; y en la medida en que estas ramas del conocimiento racional no tengan ya respuestas, se emplearán los conocimientos del Misticismo, tanto iniciáticos como religiosos, tratando siempre de desechar el dogmatismo el que, como se expresó, es el aceptar, sin comprenderlas, las profundas verdades que puede encerrar un dogma.


El origen del ser humano

El origen del ser humano tiene que ser visto en el contexto del origen del Universo, que es también el origen de la materia y de la energía las que, como ya se expresó en la parte anterior, tienen que ser la manifestación exterior o fenoménica de Dios.

Para explicar el origen del Universo, la ciencia posee por ahora, la teoría del Big-Bang, la cual supone que todo comenzó con una explosión cuyos efectos aun no terminan pues se viene comprobando que el Universo continua expandiéndose, especulándose que cuando dicha expansión llegue a su límite, se iniciará un proceso de contracción hasta que todo sea absorbido al origen, para luego, como lo sostienen algunas escuelas iniciáticas, particularmente la Teosófica, iniciar otra eternidad de no manifestación hasta el inicio de la siguiente creación o nueva manifestación.

Como todo proceso explosivo, el Big-Bang inició su manifestación mediante vibraciones que van desde su origen o foco hacia afuera, es decir, desde las más altas frecuencias, cerca al origen o foco de la explosión y que son, por ahora invisibles e inmensurables, hasta las más bajas frecuencias que están mas lejos del foco y que son las cosas visibles y mensurables.

Para explicar esta parte, es útil emplear uno de los más bellos principios de la Filosofía Hermética que es el Principio de Vibración y que sostiene que "Nada está inmóvil; todo se mueve; todo vibra".

La Ciencia viene demostrando que este Principio Hermético de Vibración, viene siendo ser cierto a través de la novísima Teoría Física de las Supercuerdas que sostiene que los últimos elementos no son partículas sino pequeñísimas vibraciones (cuerdas), y la interacción de dos partículas se puede reducir a las vibraciones de dos cuerdas o más. Son las vibraciones de estas cuerdas las que generan las entidades que tradicionalmente se concibieron como partículas subatómicas.

Así pues, teniendo ya en cuenta lo expresado acerca del Principio Hermético de Vibración, coincidente con el principio científico de moda de las Supercuerdas, podemos ahora decir que de la nada no pudo originarse algo; así, cuando Dios se manifestó según el Big-Bang, manifestó en realidad una explosión de amor pues ¿ De qué otra cosa se puede tratar el acto de crear?

Fue pues una explosión del amor infinito de Dios el origen de las vibraciones, las que, proviniendo de su reposo absoluto, involucionaron hasta las más bajas frecuencias que son las cosas visibles, planteamiento este, perfectamente ajustable a la teoría de las supercuerdas.

Efectivamente, si se tiene en cuenta este otro y antiquísimo razonamiento de la Filosofía Hermética que la Ciencia también viene descubriendo ser cierto, se percibirá mejor lo manifestado:

La materia es energía condensada
La energía es luz condensada
La luz es pensamiento condensado
El pensamiento es amor condensado
El amor es espíritu condensado
El espíritu es la primera manifestación de Dios
Dios es la manifestación de lo absoluto y de lo no manifestado
El espíritu y la materia son los dos polos de la existencia.

Dicho de otra manera, es posible intuir que el orden visible del Universo o fenomenológico, es la repercusión de un orden invisible o nouménico; ello se explica porque las fuerzas cosmogónicas, por su perpetua involución, dan lugar a la materia, la que en su perpetua evolución, generan la vida.

Así pues, la vida y el Universo, no nacen de la danza ciega de los átomos como lo sostienen los materialistas, sino que se generan por las vibraciones de Dios.

Por ello, el orden descendente de las encarnaciones, es simultáneo del orden ascendente de las vidas; es decir, la involución espiritual, genera la evolución vital material.

La materia es el Macrocosmos y el Microcosmos, en ella está la energía, y en esta la Mente de Dios proveniente de su esencia espiritual en la que se halla su origen.

La materia y la energía cambian, y el cambio se nota por sus variaciones en los parámetros Espacio y Tiempo; estas variaciones siguen una ley preexistente que está contenida en la esencia Espíritu.

Esta esencia Espíritu es pues la contenedora de la ley del cambio, pero ella misma no cambia pues de lo contrario no podría contener la ley del cambio que es eterna. Es decir, el cambio, que es el fenómeno, se da en los parámetros Tiempo y Espacio, pero, la causa del cambio o noumeno es inmutable, es decir eterna en el Tiempo e infinita en el Espacio por lo que resulta sin sentido hablar de Tiempo y Espacio para el Espíritu, que es la primera manifestación de Dios.

El origen del hombre tiene que verse pues dentro del origen del Universo ya que, cuando ocurrió la creación del Universo, el espíritu de Dios, condensado como amor, y este condensado como pensamiento, y este condensado como luz, y esta condensada como energía, dieron origen a la materia que serviría para formar al hombre, conteniendo desde el inicio, los planes para su evolución; esta creación, fue en realidad una involución como ya se dijo; y a partir de ese momento, se generó un proceso de evolución que aun no termina.

El espíritu de Dios ha contenido potencialmente y desde siempre, todas las manifestaciones del Universo; así, cuando Dios ideó en su mente una manifestación específica, esta se convirtió en lo que algunos esoteristas denominan Mónada, es decir, una parte del espíritu de Dios pero ya diferenciada; así, la mónada del hombre comenzó a existir desde que Dios lo imaginó como hombre en su mente, conteniendo toda la información para su manifestación y evolución.

Como a toda acción corresponde una reacción, la involución del espíritu de Dios hacia la materia destinada a ser hombre, generó en esta la necesidad de evolucionar de retorno hacia su origen; así, la mónada de lo que sería el hombre fue la que impulsó la evolución de las criaturas que antecedieron al hombre, desde la tierra en la que se encuentra su origen material conforme lo acepta la Ciencia, la Filosofía y el Misticismo iniciático, y ahora el religioso, particularmente de la Religión Católica, la que ha cambiado su dogmatismo Creacionista aceptando la Teoría Evolucionista de Darwin como una posibilidad.

Efectivamente, la Biblia es coincidente con muchas otras religiones de lo que podría haber sido el origen del hombre; de ese primer hombre que en su proceso de evolución de millones de años, llegó a tener capacidad de poseer Consciencia de sí, y que, por tal razón, se diferenció cualitativamente, a partir de ese momento, de los otros reinos de la naturaleza. Primer hombre que las religiones cristianas llaman Adán.

Este proceso de evolución del hombre tuvo que ser en realidad un esfuerzo de escalamiento cualitativo de retorno por la misma escala vibratoria que lo creó y que lo conducirá de retorno hacia su origen.

El siguiente pasaje del Génesis de la Biblia relata de la manera mas poética y hermosa este proceso de evolución de millones de años: "Entonces Jehová formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un alma viviente" (Génesis 2,7)

La formación del hombre desde el polvo de la tierra se refiere al proceso de evolución, desde que el Universo fue creado; es decir, desde que nuestro Universo fue expandiéndose como una masa ígnea, conteniendo a las galaxias y estas a las estrellas, una de las cuales es nuestro Sol, el que, como conocemos está en la galaxia denominada Vía Láctea.

La tierra fue desprendida luego del Sol al igual que los demás planetas de nuestro sistema; primero como una masa de gas ígneo, luego se enfrió hasta solidificarse, luego por la condensación de los gases, hizo su aparición el agua que lo cubría todo, luego por la evaporación, las aguas se separaron de la tierra la que se secó apareciendo los minerales (Génesis 1, 6,7); luego aparecieron las primeras formas de vida vegetal; luego las formas más primitivas y elementales de vida animal siendo quizá, una de ellas o un conjunto de ellas, la o las que estarían destinadas a ser el origen del hombre el que, cuando alcanzó su forma adánica se produjo el “Soplo de Dios para convertirse en Alma viviente”; es decir, criatura viviente con Consciencia de sí, (Génesis 1 del 11 al 27 y 2 del 4 al 7).

La naturaleza del ser humano

Así pues, la materia destinada a ser hombre evolucionó dirigida e impulsada por su mónada, la que, como dijimos, es parte del espíritu de Dios; desde el reino mineral, luego al vegetal y luego al animal, reinos cuyas características están contenidas en el hombre como veremos.

El Reino Mineral se caracteriza por su simplicidad, en el se dan energías de atracción y repulsión que sirven para mantener sus formas, los minerales están constituidos primero por átomos, moléculas y partículas, los cambios que ocurren en ellos son de ritmo mas lento por lo que son percibidos casi como inmutables. En el ser humano están presentes los minerales que constituyen parte de su organismo y requiere alimentarse de ellos para sustituir los que pierde como consecuencia de su desgaste.

El Reino Vegetal se caracteriza porque, al poseer una organización más compleja que los minerales a los que contienen, sus componentes están capacitados para alimentarse, crecer y reproducirse, pero no pueden moverse por si solos; a estas capacidades se denomina vida vegetativa. En el ser humano se da esta vida vegetativa pues muchas de las funciones de su cuerpo, se llevan a cabo automáticamente, sin intervención del pensamiento; por ejemplo, el crecimiento de los cabellos, las funciones sanguíneas, alimenticias, etc.

El Reino Animal se caracteriza por que, al poseer una organización más compleja aun que los minerales y vegetales a los que contienen, sus componentes pueden alimentarse, crecer, reproducirse y moverse según sus necesidades; a estas capacidades se denomina vida instintiva. En el ser humano se da esta vida instintiva; por ejemplo, el instinto de conservación, el instinto sexual; de manera general, los que consideramos actos reflejos que ocurren ante un estimulo sin intervención del pensamiento.

Se había manifestado de que, además de poseer las características y capacidades de los minerales, vegetales y animales, el hombre también puede pensar, y que esta capacidad se debía al hecho de haber logrado en su evolución, la más perfecta organización de la materia permitiéndole tener vida consciente; organización que, como se repite, fue impulsada y direccionada por su mónada.

Esta trascendental capacidad de pensar fue pues adquirida por el hombre luego de sucesivos cambios cualitativos que fueron mejorando su cerebro hasta que, al igual que un receptor de la más alta calidad, fue capaz ya de "sintonizar" vibraciones de más alta frecuencia que los otros reinos de la naturaleza no pueden; estas vibraciones son ya de vida consciente por estar más cercanas a las vibraciones del pensamiento de Dios, parte de las cuales, el ser humano puede sintonizar.

Dicho de otra manera, los minerales fueron ubicados en una escala muy baja y grosera de existencia, los vegetales en una escala superior, los animales en otra aun más elevada, y el hombre, por su evolución, alcanzó la mas alta de la que se tiene conocimiento, siendo posible que existan escalas aun más elevadas como lo revelan las religiones. En esas escalas mas elevadas, debe existir y actuar una gran inteligencia, parte de la cual, el ser humano “puede sintonizar" por poseer la más perfecta organización material de todos los reinos de la naturaleza.

Así, la parte material del hombre, es en esencia de naturaleza mineral, y la vida vegetativa e instintiva que posee, cesa en cuanto fallece, retornando sus elementos a la tierra tal como esta escrito en la Biblia cuando Jehová le dijo a Adán: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres y al polvo volverás"(Génesis 3,19)

Así pues, el ser humano está compuesto de una parte material constituida por el polvo de la tierra y que en realidad son todos los elementos minerales y químicos que constituyen su cuerpo; asimismo, de otra parte espiritual que es la que está encarnada en su parte material, y que ha hecho posible que, desde el polvo de la tierra adquiera todas las formas sucesivas de vida descritas hasta que, como producto de su alta evolución de millones de años, llegue a poseer la Consciencia de sí.

Como se verá mas detalladamente, es posible también que la evolución de este hombre continúe hasta alcanzar las regiones divinas en las que se encuentra su origen, siendo el Espíritu encarnado dentro de él, la única entidad con capacidad de llevarlo a tal evolución, ya que esta entidad, está mas cerca a las vibraciones del pensamiento de Dios. Sin embargo, es coherente pensar también que, aun cuando el Espíritu del hombre pueda direccionar la evolución de este, esta evolución sólo será factible por el propio esfuerzo del hombre.

sábado, junio 18, 2005

NECESIDAD DEL LIBRE PENSAMIENTO - ENVIO 9/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 9/42)
Roger Jordan Palomino

Necesidad del libre pensamiento

Se ha visto hasta ahora que; por la Ciencia, es posible deducir racionalmente que la manifestación fenoménica del Universo y el hombre es de naturaleza relativa por su constante cambio, por lo que tiene que ser necesariamente el efecto de una fuerza noumenica de naturaleza absoluta; por la Filosofía, que la tendencia del hombre por buscar la moral y la belleza, no pueden provenir de su parte material, mortal e instintiva, sino que tienen que provenir de una parte de su ser de naturaleza espiritual, eterna y consciente, semejante a la entidad que, como unidad inmutable, contenga la moral y la belleza absoluta; por el camino iniciático, que la inclinación del hombre a la vida trascendente, tiene que provenir de la entidad que sea el origen y el fin de toda realidad y cuya cualidad primordial sea su inmutabilidad y perfección absoluta; y por la Religión, que la devoción a esa entidad de la que el hombre depende tiene que provenir de la intuición en la existencia de un Ser Supremo.

Así, la entidad que, en la Ciencia es la causa del hombre y de todo el Universo, que en la Filosofía es la fuente de la moral y de la belleza, que en el camino iniciático es el absoluto inmutable, y que en la Religión es la divinidad de la que depende todo; esa entidad no puede ser mas que Dios, y que si todo lo creado siempre esta cambiando y, en consecuencia, es relativo porque al mismo tiempo que es nunca es, entonces lo único realmente verdadero es Dios porque nunca cambia, y que si el hombre, su criatura mas predilecta busca conocerle y amarle, es porque desde el comienzo de los tiempos ha existido en su mente, y aun antes de ser creados, El lo ha amado primero (San Juan, Epístola primera 4 al 19).

Si se acepta todo lo anteriormente expresado, valdría la pena pensar ahora sobre la racionalidad de los que discuten sobre la parte de la verdad que le corresponde a la Ciencia, a la Filosofía y a la Religión; o de los que afirman que sólo el conocimiento de una determinada religión, escuela filosófica, sistema iniciático, grupo científico, etc., sea el único verdadero

La verdad absoluta, es infinita en el espacio y eterna en el tiempo, por lo que, lo más coherente para conocerla, es utilizar cuanto camino disponible exista, y no considerar que lo que se conoce o se cree, cualquiera sea la jerarquía científica, filosófica, iniciática o religiosa que se tenga, es la única verdad.

La verdad, siendo infinita y eterna, más sabio es pensar que el hombre solo percibe parte de ella según su época, cultura, religión, etc.

En este sentido, se puede sostener que el buscador de la verdad sincero, debe estar en disposición mental a ser un libre pensador, por lo que, primero debe convencerse de que para conocer la verdad, no son suficientes la Ciencia, la Filosofía ni la Religión, o el conocimiento que se tenga de algún sistema iniciático.

Por ello, se deben tomar cuantos caminos existan hacia el conocimiento de la verdad, estudiado sus propuestas sin temor; el único temor que se debe tener es el de autolimitar la capacidad de conocer mas refugiándose en el dogmatismo que es, como se expresó anteriormente, la actitud de aceptar sin comprenderlas internamente, las grandes verdades que encierran los denominados dogmas.

Si el hombre tiene mente inquieta y tiene acceso al Racionalismo y al Misticismo, no puede rehuir a lo que tácitamente es la finalidad de su vida, cual es, la búsqueda de la verdad y el conocimiento para evolucionar.

Así pues, la actitud del verdadero buscador de la verdad, debiera ser la de armonizar en su Razón y en su Emoción, los conocimientos obtenidos en el Racionalismo y el Misticismo, buscando que ellos sean concurrentes y no excluyentes, evitando que uno de ellos se oponga a los otros, como lo hacen por ejemplo algunos racionalistas que solo aceptan lo científico y filosófico y rechazan por tal razón lo místico, o algunos iniciados, que equivocadamente creen poder reemplazar a la Religión en lugar de que sus conocimientos enriquezcan su fe; o de algunas religiones, que en algunos casos se oponen a la Ciencia, a la Filosofía o a los métodos iniciáticos, muchas veces sin fundamento.

La más sabia actitud del verdadero buscador de la verdad debería ser la de buscar fusionar en una sola gran verdad todo lo que conoce, reforzando la Razón mediante un gradual reemplazo del dogmatismo y como consecuencia natural, la Emoción en una creciente fe en una existencia trascendente. Por ello, se debe trabajar con humildad, reconociendo que cuanto más se sabe, se necesita conocer mas aun, por lo que, además, cuanto más se crea saber, mas humilde se debe ser, desterrando la arrogancia y la vanidad en las actitudes, como lo hacia el mas sabio de los maestros de la humanidad, Jesús el Cristo.

Como buscador de la verdad, es pertinente que el hombre sepa también que en la economía cósmica nada sobra ni nada falta, y que si Dios, por su inmenso amor, le proporciona como dádivas y dones, el conocimiento de la verdad a través del Racionalismo y el Misticismo, es para que le conozca, le ame y haga el bien a sus semejantes.

Por ello, es su deber devolver con amor lo recibido conforme lo mandan las Leyes Cósmicas que en la mayoría de las religiones y escuelas iniciáticas son coincidentes en que, todo lo que otorga Dios, debe ser devuelto para beneficio de lo creado por El; de lo contrario, se estarán poniendo en juego las eternas e inmutables fuerzas de la Ley Cósmica de la Compensación que manda que todo debe ser pagado en esta vida o en la otra, ley indispensable para que se cumpla la evolución de todo lo creado.

Por lo manifestado, gravisima responsabilidad con Dios adquiere aquel que hace mal uso del Racionalismo o el Misticismo solo para adquirir poder, riqueza, o satisfacer su vanidad, sin hacer el bien a la humanidad.

Hasta ahora, lo único que ha quedado claro es que Dios es lo único verdadero porque nunca cambia; pero, sobre las acciones humanas; ¿ Cómo saber que están basadas en la verdad absoluta?. Un buen método para dar respuesta a esta cuestión, es revisar la historia en aquellos capítulos de su trágico devenir en los que, evidentemente, la verdad no estuvo presente en cada uno de los caminos analizados en este trabajo. Por ejemplo: En la Ciencia; cuando su aplicación produjo Nagasaki e Hiroshima; en la Filosofía, cuando su aplicación originó los Campos de Concentración de Siberia, el Muro de Berlín, los genocidios de Polt Pot en Camboya y de Sendero Luminoso en nuestra patria; en el método iniciático, cuando su aplicación por Hitler y los iniciados de la Fraternidad de Thule, deformación de la Orden Medieval de los Caballeros Teutones, produjo el asesinato de seis millones de judíos; en Religión, cuando para imponer la cruz, funcionó esa horrorosa institución llamada Santa Inquisición, o cuando por imponer la Media Luna del Islam, el mundo no tiene paz hasta ahora.

Por el contrario, se debe estar seguro que la verdad esta presente; cuando se ven los progresos de la Ciencia en su lucha contra las enfermedades que afligen al hombre; cuando la Filosofía encuentra que este debe vivir en Libertad, Igualdad y Fraternidad; cuando el método iniciático determina que se puede encontrar la armonía de la belleza y la moral en la creación y dentro del ser humano; y cuando en la Religión, su más sublime maestro y al mismo tiempo él más grande y poderoso espíritu jamás encarnado, debe sufrir la horrible muerte en la cruz para redimir por amor a la raza humana en lugar de imponerse sobre ella con la espada, la intolerancia y la tortura.

Asimismo, se debe pensar que la verdad esta presente en la vida individual, cuando se experimenta, por su posesión gradual, una evolución espiritual también gradual, que es lo que en el método iniciático se conoce como el proceso de la “Expansión de la Consciencia”, hasta lograr sentir claramente a Dios mediante la “Revelación” religiosa o la “Iluminación” iniciática, la que utilizará para tal fin, lo que comúnmente se llama Intuición y que se sentirá en lo mas profundo de nuestra Consciencia.

Si no se experimenta tal evolución, es seguro que la verdad que se cree haber logrado, será en realidad una ilusión mas por haber creído que se lograría alcanzarla fuera de la Consciencia, mediante el esfuerzo estéril de incrementar el intelecto con conocimientos científicos o filosóficos, a veces sólo por curiosidad, sin que estos contribuyan a expandirla, o de practicar solo ritos exotéricos iniciaticos sin una evolución esotérica real, o de mostrar al mundo devoción religiosa con la Consciencia solo llena de fanatismo o de superstición en lugar de amor real a Dios y caridad a todos los hombres.

Al respecto, Roger Bacon, quien vivió entre 1214 y 1294, y quien fue un avanzado alquimista y adepto Rosacruz nos dice: “La satisfacción de la curiosidad es, para algunos hombres, el fin del conocimiento. El conocimiento reside en cabezas repletas con pensamientos de otros hombres. La sabiduría, en mentes atentas a sí mismas”

“Jamás se logrará imprimir la verdadera sabiduría demasiado profundamente en las mentes de aquellos a quienes, sin estar preparados espiritualmente, se le comuniquen indebidamente algunas enseñanzas esotéricas”.

Finalmente, el hombre debe asegurarse primero que la libertad que ansia tener, debe basarse en la verdad como lo predico Jesús el Cristo cuando dijo: "Solo la verdad os hará libres ", (San Juan 8, 32), y una vez que sienta en la Consciencia dicha libertad, el hombre debe comprometerse a luchar por la humanidad para ayudarla a liberarse de la ignorancia que la aprisiona, y para contribuir a lograr a que algún día, viva en una sociedad en la que el Racionalismo y el Misticismo, sean un solo conocimiento, al alcance de todos, y que haga de todos, seres libres, iguales y fraternos, gobernados solo por los mas sabios, los mas justos y los mas santos.

Si se piensa así, no debe interesar tanto el nombre que se le ponga a la Causa Primera u origen del Universo y del hombre, ya que si se tiene una idea más completa de tal entidad, se tiene que acordar que ella es eterna porque no tiene tiempo, inmutable porque no cambia, buena porque crea, y sabia, ya que en ella está la Causa Primera de todo lo armónico, de todo lo bello y de todo lo justo que el hombre, a pesar de su materialidad, temporalidad y limitaciones, puede intuir como preexistente a todo en oposición al caos que sería la No Causa. Si tal entidad o Causa Primera es llamada Dios, se puede aceptar dicho nombre; si no, se le puede llamar Cósmico como los rosacruces o Gran Arquitecto del Universo como lo hacen los masones; en fin, el nombre no interesa sino lo que se sienta y se crea de El; De ahora en adelante se le llamará Dios como lo hace la mayoría.

Para terminar con esta primera parte sobre el conocimiento de la verdad, es pertinente transcribir un pasaje del célebre filósofo Plotino quien vivió entre el año 205 y 270 después de Cristo.

“Preguntáis, ¿ cómo podemos conocer el infinito? Os contesto: no mediante la razón. El oficio de la razón es distinguir y definir. Por lo tanto, el infinito no puede ocupar una posición entre sus propósitos. Sólo podréis comprender el Infinito mediante una facultad superior a la razón, entrando en un estado en el que cesáis de ser un ser finito; en el que se os transfiere la esencia divina. Esto es el éxtasis. Es la liberación de vuestra mente, de su consciencia finita. Lo semejante comprende tan sólo a su contraparte; cuando vosotros cesáis de ser finitos, os convertís en Uno con el Infinito. Al reducir vuestra Alma a su forma más sencilla, a su esencia divina, logran esta unión, esta identidad. Todo lo que trate de purificar y elevar la mente les ayudará en este logro y les facilitará el enfoque y la repetición de estas pausas dichosas. Hay, entonces, diversos caminos mediante los cuales podemos obtener este fin. El amor a la belleza que enaltece al poeta; la devoción al Uno y ese ascenso de la Ciencia que da forma a la ambición del filósofo, ese amor y aquellas oraciones mediante las cuales las almas devotas y fervorosas se dirigen hacia la perfección a través de la pureza moral. Estos son los grandes caminos que nos llevan a las alturas de están por encima de la realidad y de lo particular, donde nos erguimos ante la presencia del Infinito, que resplandece hacia el exterior, como si proviniese de las profundidades del alma”

Hasta ahora, sólo se ha tratado sobre los caminos para aproximarse a la verdad; de ahora en adelante, se tratará en forma más detallada sobre una de las partes más importantes de dicha verdad: El ser humano.

FIN DE LA PRIMERA PARTE

miércoles, junio 15, 2005

EL CAMINO INICIATICO - ENVIO 8/42

EL SER HUMANO, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 8/42)

Roger Jordan Palomino

El camino iniciático

Es el camino constituido por un conjunto de enseñanzas secretas reservadas a los iniciados.

Este camino puede facilitar en mayor o menor grado el buscar la verdad, dependiendo de la metodología que utilice, y de la disposición del buscador para alcanzarla por este medio.

El camino iniciático, a veces organizado en escuelas, grupos, logias, etc., viene utilizándose desde los inicios de la civilización, y algunos de ellos han servido de origen a ciertas religiones. Algunos historiadores indican que su origen más remoto se dio en Egipto con un sabio a quien los griegos, seguidores de los egipcios, le denominaron Hermes Trismegisto, llamado Trismegisto por ser rey, legislador y sacerdote; otros historiadores indican que su origen se dio en el seno de La Raza Aria con los Vedas de la India.

Por la naturaleza de sus actividades, las escuelas iniciáticas normalmente trabajan en secreto, ya que
en la búsqueda de la verdad, es posible que algunos iniciados logren vislumbrarla en un estado que se denomina "Iluminación", trayendo como consecuencia, el deber y el compromiso de la escuela que ha recibido dicha “Iluminación”, de devolverla luchando por la humanidad para defenderla de la ignorancia y de las tiranías y dogmatismos que en determinado momento puedan conculcar su libertad y dignidad generándose, por esta razón, persecuciones en su contra, muchas veces con riesgo de la vida misma de los miembros de dicha escuela; Jesús el Cristo y sus apóstoles de la antigua Escuela de los Esenios son el mejor ejemplo de ello. El concepto de dogmatismo está referido al hecho, lamentable para la libertad humana, de exigir la creencia en algo que en lo interno no se comprende.

Las metodologías que emplean las escuelas iniciáticas modernas difieren unas de otras, pero, si son bien aplicadas, pueden concurrir al mismo fin, que no debe ser otro, como ya se dijo, que lograr la verdad y la “Iluminación”.

Siendo un campo sumamente vasto, se verán sólo las escuelas iniciáticas más organizadas que funcionan en la actualidad en el mundo occidental; ellas son la Masonería y la Rosacruz. También existen otras escuelas cuyas enseñanzas se encuentran muy dispersas y muchas veces distorsionadas; dichas escuelas son la de los Teósofos, los Gnósticos, los Yogas, etc.; lamentablemente sólo se conoce de ellas algo de su teoría lo que no es suficiente pues se considera que, para la comprensión real de una enseñanza, es necesario no sólo su teoría, sino fundamentalmente su práctica.

De los Yogas se conoce que sus enseñanzas provienen de la muy remota época de los Vedas de la India; ellos preconizan que mediante el dominio de la parte física del ser y por el control mental del mismo, es posible alcanzar la “Iluminación”; desafortunadamente, sus enseñanzas se han tergiversado mucho en la actualidad, y aun cuando es posible encontrarlas en su pureza prístina en raros y escasos lugares, es posible emplearlas como complemento en el quehacer de cualquier escuela iniciática. Parte de La Técnica Yoga es empleada actualmente con fines terapéuticos.

Casi todas las escuelas iniciáticas mencionadas han recogido sus enseñanzas de escuelas que han desaparecido con las civilizaciones del pasado, particularmente de un sabio egipcio llamado Hermes Trismegisto como se mencionó, quien dio nacimiento a una nueva forma de filosofar sobre lo oculto, y que se conoce como Filosofía Hermética cuyo resumen, se encuentra disponible en un libro denominado "El Kybalión”.

La Masonería y la Rosacruz

Por respeto a ambas órdenes iniciáticas, solo serán dados a conocer los aspectos relacionados a lo que son en si dichas escuelas, a lo que proponen y lo que se puede esperar de ellas, guardando la debida reserva sobre los aspectos relacionados al como hacen su trabajo, es decir a sus procedimientos exotéricos y esotéricos que prefieren mantener reservados sólo a sus miembros.

Por lo demás, existe disponible en distribución libre y abierta, no escasa bibliografía sobre la Masonería y la Rosacruz, debiéndose tener cuidado de aquellas obras que, lamentable y frecuentemente, distorsionan sus profundas enseñanzas poniendo en grave riesgo espiritual a los que, guiados sólo por su curiosidad, quieren acceder a conocimientos para los que no están espiritualmente preparados.

De la Masonería se conoce en forma resumida, que desde la época del Rey Salomón, un grupo de iniciados del que él era líder, observaron que en la creación había belleza por la armonía que contenía; ellos se dieron cuenta que esa belleza tenía que provenir necesariamente de algún nivel de la verdad que la contuviera en grado absoluto, nivel que personificaron como Dios y al que denominaron Jehová. Ellos practicaron pues los métodos para que esa belleza y sus leyes actuaran en su inspiración, previa iluminación, para usarla en la construcción del Gran Templo, continuando así el Art Estructoria que venia practicándose desde los inicios de la civilización humana.

Miles de años después, pasadas ya las civilizaciones Helénica y Romana, de las que se tomaron valiosos conocimientos filosóficos sobre la belleza, la moral y el arte de construir; durante las Cruzadas a Tierra Santa, algunos hombres bien dispuestos a "escuchar y ver" la sabiduría de oriente, aprendieron los secretos del manejo de las leyes de la belleza del Rey Salomón, y las usaron en el diseño de los templos europeos, los que después de variaciones en el estilo, llegaron al maravilloso Estilo Gótico, guardando celosamente sus secretos en corporaciones de carácter secreto una de las cuales fue la de Los Caballeros Templarios; esta orden que fue de naturaleza militar, desapareció como consecuencia de una gran persecución politico-religioso, siendo cruelmente muerto su líder Jacques de Molay.

Muchos años después, en Inglaterra, los constructores de las corporaciones, quienes hasta ese momento actuaban como masones operativos, decidieron convertirse en masones especulativos, para lo cual se reunieron cuatro logias el 24 de Junio de 1717, en la taberna del “Ganso y la Parrilla”, nombrando como su primer Gran Maestre a Antonio Sayer. Esta transformación se debió posiblemente al percibir que, a través del trabajo de construir, manejando las leyes de la belleza, experimentaban ellos mismos una transformación interna que les hacia sensibles a percibir otras formas de belleza, principalmente la belleza moral, dándose cuenta que era posible construir, no solamente templos bellos, sino también hombres y pueblos de belleza moral, para lo que era indispensable que dichos hombres y pueblos vivan en libertad, con capacidad de discernir autónomamente entre el bien y el mal; Al actuar así, accedieron a otra parte de la verdad que es la Moral Absoluta y que suponen, está contenida en Dios a quien denominan como El Gran Arquitecto del Universo.

Efectivamente, cuando el masón operativo vislumbró la verdad, pudo percibir la armonía del universo, y, por falta de un lenguaje adecuado para trasmitirla, no tuvo otra alternativa que construir las hermosas catedrales góticas europeas del medioevo, que contienen, en sus formas, dimensiones, distribución de espacios, etc. mas mensajes de los que un profano pueda percibir, constituyéndose, por tal razón, en el lenguaje mas preciso para trasmitir a quien tenga ojos para ver, el secreto de la armonía absoluta, que dentro de si contiene a la belleza y a la moral absolutas

La consecuencia inmediata de la incursión de la Masonería en la moral de los pueblos, fue la desconfianza de los tiranos de la ley y del dogmatismo, quienes, a pesar de las persecuciones iniciadas en su contra, no pudieron detener la influencia de los constructores de templos o masones operativos, ya convertidos en masones especulativos, en los procesos históricos que determinaron la caída de las monarquías tiránicas de Europa con la Revolución Francesa, la que bajo el lema de Libertad, Igualdad y Fraternidad, influyeron también en los procesos libertarios de América y de unificación de Italia, este último contra los intereses de la nobleza y del papado.

Así pues, la Masonería viene trabajando especulativamente en La Belleza y en La Moral, utilizando La Filosofía y su simbología para representar en la razón grandes verdades y su rica ritualística para sentir dichas verdades en la emoción

Por ello, su hermoso quehacer, le puede facilitar al masón especulativo, acceder a una gran parte de la verdad que busca, ya que si llega a comprender bien el trabajo masónico, es posible que pueda unir en su mente y en su corazón, la certeza de que lo bello es justo y de que lo justo es bello, con lo cual se habrán aproximado mucho a la esencia misma de la fuente de toda manifestación de justicia y de toda manifestación de belleza, provenientes de la unidad absoluta de quien denominan Gran Arquitecto del Universo.

Otra escuela iniciática importante, denominada actualmente como Orden Rosacruz, tuvo su tradicional concepción y nacimiento en Egipto, en las actividades de la denominada Gran Logia Blanca de la que se sabe, existió desde el comienzo de los tiempos; En Egipto se distinguió el faraón Amenhotep IV, quien cambió la religión politeísta de Egipto a monoteísta, por lo que se le denominó a este faraón, el faraón hereje y se le denominó Akenatón que significa hijo del sol.

Akenatón decía: "La ocupación más noble de la mente humana consiste en estudiar las obras de su creador", y preconizaba que el espíritu de la suprema deidad residía en el cielo, siendo su manifestación física más visible el Sol y el Universo, y que desde la deidad hasta sus manifestaciones visibles, existían diferentes grados de vibración a los que era posible acceder mediante la armonización y control de las vibraciones internas del ser con las vibraciones externas del Universo; dicho faraón construyó su templo en forma de cruz y utilizo la cruz y la rosa como símbolos, posteriormente adoptó la Cruz Ansata que debía ser llevada por los maestros.

Desde esa remota época, los rosacruces practicaron el arte de la transmutación de la materia mediante el dominio de las leyes de la naturaleza, particularmente de las vibraciones de esta, para lo que era indispensable que se produjera previamente, después de un muy severo trabajo iniciático, la transmutación interna del ser.

Después de muchas apariciones en actividades abiertas y desapariciones en actividades secretas, y luego de haber influenciado en otras escuelas iniciáticas de oriente y occidente, los rosacruces reaparecieron en la Europa de la Edad Media como alquimistas siendo perseguidos como brujos; a pesar de ello, no cesaron sus actividades y reaparecieron nuevamente en Alemania en 1610 con la publicación de un folleto titulado la "Fama Fraternitatis" la que causó gran revuelo en la sociedad europea de la época, llena de supersticiones e ignorancia respecto a las leyes del hombre y de la naturaleza. La autoría de la "Fama" es atribuida erróneamente a un misterioso personaje llamado Cristian Rosentkreus; al respecto, Espencer Lewis, quien fuera Imperator de la Orden Rosacruz, publicó que la confusión sobre el verdadero autor de la "Fama" se originó, pues su autor o autores usaron el seudónimo de Cristiano Rosacruz.

Por la naturaleza de sus actividades, los rosacruces han tenido mayor influencia en la Ciencia, preconizando actualmente, que es posible que el ser humano, al igual que los alquimistas de la Edad Media, y mediante procesos de carácter iniciático secreto, pueda transmutar el plomo de sus vibraciones más groseras en el oro de las vibraciones mas elevadas, con lo cual sostienen, se logrará en el futuro, hombres capaces de formar sociedades libres de ignorancia y llenas de amor al creador a quien denominan el Cósmico.

En la actualidad, existen varias ramas de los rosacruces, siendo la más representativa AMORC, que significa Antigua, Mística, Orden Rosa Cruz; su emblema es una cruz con una sola rosa en la intersección de la cruz, representando la cruz al hombre material atado a sus debilidades, y la rosa, al alma, cuando ha aflorado sobre la cruz por el dominio del ser.

El rosacruz emplea la observación y la meditación, desarrollando su intuición y otras potencialidades adormecidas para expandir su consciencia, y desentrañar los misterios de la naturaleza y de los que le plantea su existencia, con el fin de aplicarlos en beneficio personal y de la humanidad.

Entre la Masonería y la Rosacruz existen muchas afinidades tanto históricas y de metodología, difiriendo en la forma de trabajar; En todo caso, ambas escuelas, pueden facilitar al buscador de la verdad, grandes conocimientos sobre ella, y en consecuencia, grandes progresos espirituales.

Por la naturaleza de sus actividades, las escuelas iniciáticas, según la metodología que empleen, pueden usar el racionalismo y el misticismo, así como varias de las capacidades del ser humano para conocer la verdad y alcanzar la iluminación.

De manera general, cualquier escuela iniciática seria, propone que si la iluminación es alcanzada por alguno de sus miembros o logias, este o estas tienen el deber sagrado de devolver los beneficios de su iluminación trabajando por la humanidad para que se cumplan grandes leyes cósmicas que mandan que todo lo que otorga la divinidad, sea en forma de sabiduría, salud, riqueza o poder, debe ser restituido para beneficio de la creado por ella.


El camino religioso

En cuanto a la Religión, esta es definida por los diccionarios como el conjunto de creencias o dogmas acerca de la divinidad, de sentimientos de veneración y temor hacia ella, de normas morales de conducta y de prácticas para darle culto.

Se puede decir de la Religión, que es el conocimiento más antiguo del hombre, pues resulta de la observación y constatación de la absoluta dependencia del ser humano a la naturaleza que lo rodea.

Efectivamente, el ser humano, desde su estado más primitivo, constata que depende de la naturaleza y de fuerzas que no puede controlar para sobrevivir, dando lugar a que intuya una existencia superior a la que teme y ama al mismo tiempo, pues puede destruirlo pero que, sin embargo, le procura sustento; resultando de esta dicotomía, la aparición de religiones basadas en el temor el que ha sido utilizado por chamanes que han devenido tiranos llevando a sus pueblos casi siempre a la degradación; o, bajo determinadas circunstancias, de religiones basadas en el amor fundadas por hombres con mayor nivel de evolución que llegaron a obtener la “Iluminación” o la “Revelación” de grandes verdades, y que han servido de base a principios más nobles y que han influido en la formación de grandes culturas.

En la “Revelación”, vía la “Iluminación”, casi siempre hay la presencia de un proceso iniciático de escuela o individual, que permite que hombres extraordinarios logren conducir a sus pueblos y a la humanidad por la senda de la verdad, convirtiéndose en avatares, siendo los más importantes, los siguientes: Rama, fundador de la Religión Védica en la India; Krisna fundador de la Religión Brahmánica en la India; Hermes relacionado a los Misterios Egipcios, fuente de muchas religiones y movimientos esotéricos; Moisés, iniciado en Egipto, libertador del Pueblo Judío y fundador de su religión; Orfeo, relacionado a los Misterios de Dionisios, base de la religión y cultura Helénica; Pitágoras, relacionado a los Misterios de Delfos en la cultura Helénica; Platón, relacionado a los Misterios de Eleusis en la cultura Helénica; Buda, fundador del Budismo en la India; Mahoma, fundador del Islamismo en los países árabes; y Jesús, de la Escuela de los Esenios, considerado el más grande avatar de la humanidad pues se cree que en él encarnó el Cristo que, según muchas escuelas esotéricas, es el espíritu mas evolucionado de cuantos existen, fundador de la Religión Cristiana.

Lamentablemente, las hermosas enseñanzas de los avatares, coincidentes en la necesidad de amor al que creen es el origen del Universo, y que bajo diferentes nombres comúnmente se denomina como Dios; así como de amor a nuestros semejantes; muchas veces han sido distorsionadas con fines egoístas por sus seguidores, lo que ha alimentado y alimenta aun, la intolerancia entre las religiones, causa de persecuciones, martirios, guerras y atropellos contra la humanidad y su dignidad.

Por la naturaleza de sus ritos y enseñanzas, la Religión emplea principalmente la emoción para preconizar y sostener su verdad, siendo posible que de esta manera, el hombre llegue a tener vislumbres sobre ella mediante la denominada “Revelación”, aun cuando no necesite de la razón para tal fin. Hay quienes han logrado niveles extraordinarios sobre la comprensión de la verdad vía la Religión conforme lo atestiguan la legión de santos e iluminados de las grandes religiones, quienes muchas veces, sin necesidad de ser eruditos, han logrado inclusive, el dominio sobre algunas de las leyes de la naturaleza poseyendo, en consecuencia, la capacidad de lo milagroso como nuestro humildísimo San Martín de Porres.

Al respecto, en la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, refiriéndose a la posibilidad de acceder al infinito conocimiento vía la Religión, dice lo siguiente: “Hermanos, hablamos entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria. Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de la Gloria, sino como esta escrito: "ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que le aman, y Dios nos lo ha revelado por el espíritu; el espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios”.

Respecto a las divergencias entre la Iglesia Católica y la Masonería, surgidas por la oposición de esta al interés de poder y riqueza de algunos malos papas del pasado, y a la desconfianza de estos por las actividades secretas de la Masonería, prácticamente han desaparecido, pues Juan XXIII, quito la sanción que pesaba contra los masones. Al respecto, y con tal ocasión, rezó la siguiente oración:

"Señor y Gran Arquitecto del Universo, nosotros nos humillamos a tus pies e invocamos tu perdón por la herejía que, en el curso de dos siglos, nos impidió reconocer en nuestros hermanos masones, a tus seguidores predilectos; luchamos siempre contra el libre pensamiento, porque no habíamos comprendido que el primer deber de una religión, como se afirmo en el Concilio, consiste en reconocer el derecho de creer en Dios, habíamos impensadamente acreditado que la señal de la cruz pudiese ser superior a los tres puntos formando una pirámide; por todo eso nos declaramos en penitencia, Señor, y con tu perdón, te rogamos nos hagas sentir que un compás sobre un nuevo altar puede significar tanto como el viejo crucifijo. Amen”

A pesar de los aparentes vacíos que algunas religiones puedan evidenciar en su parte doctrinal, se puede afirmar que ella debería ser el recipiente final de todo conocimiento científico, filosófico e iniciático, ya que es la única actividad humana que puede darle una forma socialmente coherente, mediante su práxis ritual y moral, el vivir según lo intuido como revelación divina para el bien de la raza humana. Así pues, no parece ser posible aceptar una Religión Científica, una Religión Filosófica o una Religión Iniciática, sino simplemente una religión, la que puede y debiera ser enriquecida cada vez mas con los órdenes de conocimiento y práxis racionalistas y místicos.

Queda pues a criterio del lector el especular sobre la Religión o religiones que muestran mayor tolerancia a los avances científicos, filosóficos y actividades iniciáticas, y las que más vienen superando sus propios dogmatismos históricos, y evidenciando mayor apertura o mayor ecumenismo en llevar la Revelación Divina al corazón de los hombres, y de la necesidad vital de amarse unos a otros como hijos de un mismo padre o de un mismo Dios, a pesar de los diferentes nombres que a El se le pongan