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jueves, junio 30, 2005

LA PARADOJA DEL HOMBRE - ENVIO 15/42

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 15/42)
Roger Jordan Palomino

La paradoja del hombre en el tiempo y en el espacio

Se había expresado que el ser humano, por la evolución de su especie, había logrado "sintonizar" parte de las vibraciones mas elevadas de la creación, logrando así que el espíritu encarnado dentro de su parte física, pueda manifestar, como Alma, la Consciencia Divina en la forma de Consciencia de sí, y como Yo o Ego, las características de su vida real.

Al sintonizar parte de las vibraciones que están cerca a Dios, se produce pues la asociación de la materia más grosera que es la tierra con la energía más pura que es el Alma; la primera de signo negativo por ser el efecto y la segunda de signo positivo por ser parte de la causa como ya se ha expresado varias veces; esta asociación genera en el hombre una terrible contradicción que él tiene que resolver para su evolución.

Efectivamente, para su evolución, el ser humano, por intermedio de su Alma, la que actúa en los tres niveles de los que se expresó anteriormente, está destinado a pensar, y en su pensamiento tiene que utilizar a su Mente Subjetiva para razonar y obtener, sobre la base de premisas, conclusiones; y a La Mente Universal para intuir o tener "corazonadas", sin necesidad de premisas.

Pero, he aquí, cuando el ser humano comienza a pensar con su Mente Subjetiva, es decir comienza a razonar, se encuentra con paradojas que tiene que resolver necesariamente en forma intuitiva. Una de las grandes paradojas ocurre cuando piensa en el origen y en el destino de su existencia, ya que intuye que su origen y su destino ocurre en algo que denomina Tiempo; asimismo, se da cuenta que entre su origen y su destino su ser siempre está cambiando.

Efectivamente, el ser humano tiene que aceptar que el cambio incesante de su ser ocurre en el tiempo, e intuye también que en este, están las causas y los efectos; pensando que las causas, en cuanto producen un efecto vinieron del pasado al presente y, en el mismo instante que el ser está pensando, ya esta discurriendo al pasado, y así incesantemente; el ser piensa en consecuencia, que por estar en perpetuo cambio, es y no es, por lo que su ser físico pareciera ser sólo una ilusión.

Esta contradicción se da efectivamente cuando el hombre piensa sobre sí mismo, ya que no puede dejar de pensar en su origen y en su destino, pensando que su origen está en el pasado y su destino en el futuro, así mismo, que su existencia discurre entre dichos dos extremos, y que el presente es el punto de unión entre su pasado y su futuro.

Pero ocurre que, ni el pasado ni el futuro lo puede percibir sensorialmente como percibe el presente, por lo que, por tal razón, piensa que, solo el presente existe y no el pasado ni el futuro, o, por lo menos, no de la misma manera que el presente.

Tal manera de pensar lo lleva a la contradicción de deducir que el presente, que percibe como real, tampoco debería existir, ya que, al no existir ni el pasado ni el futuro de la misma manera que el presente, este, que es punto de unión entre ambos, tampoco debería existir.

En este punto, habría que analizar por qué ocurre dicha contradicción o error en el pensamiento; por qué se puede percibir claramente el presente y no el pasado ni el futuro.

Para tal fin, será necesario analizar primeramente la naturaleza del presente, de lo que percibimos como tal.

El presente, el hoy, es percibido en sus manifestaciones, principalmente por los sentidos; la vista de un objeto o fenómeno, él tocarlo, olerlo, oírlo, etc., inducen al ser a pensar que lo que está sintiendo es lo único real y que, en consecuencia, el presente, el hoy que siente, es real, y el pasado y futuro que no puede percibirlos con sus sentidos, son algo diferente pero no real.

Lo mismo ocurre con lo que acontece en el interior de su cuerpo; en él siente algunas de sus manifestaciones y piensa que están aconteciendo en el presente, en el hoy; cuando desaparecen, piensa que se fueron al pasado o que simplemente han desaparecido.

Pero, lo que los sentidos perciben; ¿ Es verdaderamente lo real? ; ¿ Que ocurre, cuando se ve un objeto con los ojos y se le ve y aprecia luego con microscopios e instrumentos potentísimos que permiten determinar los cambios que en el mismo instante en que se está viendo el objeto están ocurriendo, y que los ojos no pueden ver? ; ¿Que es lo real entonces? ; ¿ Lo que la vista alcanza a percibir?, o los cambios imperceptibles a la vista que están ocurriendo; ¿O ambas cosas?

El cambio es permanente, jamás se detiene, las cosas siempre están cambiando; luego, lo que se percibe con los sentidos, es decir, lo que se cree que es real, no lo debería ser en realidad, solo debería ser una ilusión, pues lo realmente verdadero parece ser el cambio; los sentidos están pues limitados a percibir lo aparente.

Lo que se llama presente es sólo el tránsito entre pasado y futuro, es su punto de unión; por ello, se puede decir que pareciera que los sentidos sólo pueden percibir el tránsito, es decir, lo que aparece como resultado del cambio, el efecto mas no la causa, y este efecto sólo aparentemente pues en el instante mismo que está siendo percibido sensorialmente, ya sé esta convirtiendo en parte de la causa del siguiente efecto.

Pero, ¿Porqué los sentidos no pueden percibir el cambio que, como se indicó, es, al parecer, lo real?.

La única respuesta posible es que ello ocurre porque los sentidos sólo pueden percibir lo que es de su misma naturaleza, es decir de naturaleza material, y el cambio es el tránsito de un estado de energía a otro.

Entre la causa y el efecto, existe la misma relación que entre el origen y el destino, y la sucesión infinita de origen-destino, se da en lo que se llama Espacio y Tiempo, pues los fenómenos percibibles por los sentidos, se piensa que siempre ocurren en un espacio y duran un tiempo, parámetros estos que Kant, en su obra "La Crítica de la Razón Pura", los consideraba como necesarios para pensar, aunque su real naturaleza no esté bien comprendida y demostrada.

Por ello, se puede afirmar que el pensar esta afectado por la "materialidad" de los sentidos que perciben la existencia, y que la existencia es en realidad una sucesión ininterrumpida de cambios, y que, por tal razón, la existencia parece como que es y no es, y que el ser humano nunca es el mismo, sino ininterrumpidamente diferente.

Pero; ¿Porqué el ser tiene la sensación de ser, de tener una identidad, de que, a pesar de los cambios desde el pasado al presente, sin embargo tiene la certeza de " Ser “? ; ¿ Porqué, si piensa que en un momento es como A y luego como B y luego como C, y así indefinidamente, hasta que deja de pensar con la muerte como lo hace ahora en vida; sin embargo piensa que desde A hasta su muerte, siempre es “El mismo” ?

Esto podría explicarse porque el ser tiene una parte que continuamente cambia y otra que no cambia; porque la parte que cambia continuamente y que los sentidos perciben es material, de naturaleza mutable, o sea, que es y no es; y porque la parte que no cambia, y que, al parecer, mantiene la identidad del ser a pesar de los cambios de su parte material, debe ser necesariamente inmutable, es decir, que siempre es.

Así pues, es posible que el ser humano pueda romper la contradicción de su existencia de ser y no ser, cuando toma consciencia de que su parte material, es el efecto continuamente cambiante de una causa inmutable, y que en el mismo se encuentra también, una parte de dicha causa y que es lo que llamamos Alma la que es parte de la llamada Alma Universal, Mente Universal, Dios, etc.

Por todo lo expresado hasta ahora, cuando se dice como el filósofo Descartes: "Pienso, luego existo", se debiera decir mejor: pienso, luego existo como un ser con una parte mutable y de naturaleza material que no tendrá trascendencia y con una parte inmutable y de naturaleza no material trascendente.