Gran Biblioteca GLP

Nombre: Gran Biblioteca GLP
Ubicación: San Isidro, Lima, Peru

sábado, agosto 27, 2005

LOS IDEALES MASONICOS Y LA MODERNIDAD

LOS IDEALES MASONICOS Y LA MODERNIDAD


M:.R:.H:. Emilio Cassina Rivas

Publicado en la Revista: “La Abeja”
R:.L:.S:. Trabajo y Honradez N° 17
Enero – Junio 2005


Estos ideales que fueron creados por nuestros antecesores hace milenios y nacieron de la búsqueda constante de la verdad; del reconocimiento que no solo somos materia sino esencialmente alma y espíritu emanados de Dios; de una acuciosa investigación del medio físico que nos da el entorno y de la observación profunda y razonada de la marcha de los cuerpos celestes. Estos hechos hicieron que sus aspiraciones fueran dirigidas hacia la perfección y al orden de los movimientos del Universo, en el cual todo está planificado conforme a la voluntad divina y cuyo resultado nos maravilla y nos deleita.

Por eso los masones, tratando de emular la perfección, crearon las ciencias de la arquitectura y de la construcción y el arte de las herramienta para desarrollarlas, levantando así grandes templos y edificios que son como enormes y sublimes oraciones de piedra que la Humanidad levanta a la gloria del G:.A:.D:.U:.

Del mismo modo, desde antes de que existiera la masonería especulativa y con esta misma, los masones decidieron que, aplicando las mismas ciencias y las artes y sus herramientas, se podía construir un mundo mejor y una forma de vida superior regida por la paz y la armonía, comenzando por el individuo que debería forjar su propio templo espiritual que se basa en valores, especialmente los de libertad y los de la solidaridad; en otras palabras libertad y justicia que son parte sustancial de la Moral. La Orden decidió así reconocer y proclamar para el futuro lo que había sido en el pasado, lo que tenía que ser para el presente y para siempre: SER MORAL y hacer que los demás sean morales.

Aquí están, pues, los grandes retos de la masonería que son su lema y divisa de lucha: Ser libres y justos en base a ser morales. El sentido de la libertad, con todas sus connotaciones: tener un patrimonio, caminar y viajar libremente, decir lo que se piensa, profesar la religión que le plazca, abrazar las ideas políticas que le convenzan: todo esto es parte del instinto del hombre de modo que cuando no tiene libertad se siente sojuzgado. Podrá tener todos los bienes materiales pero si carece de libertad es infeliz.

Todo esto de la libertad forma parte del egoísmo, entendido noblemente como el amor a sí mismo, del Yo del hombre, de suerte que él quisiera gozar de la libertad más irrestricta y no tener limitaciones. La Moral nos enseña sin embargo que el Yo y el Nosotros deben considerar siempre que frente a ellos existe el Tu y el Nosotros, que son los otros con los cuales está obligado por la simple razón de que son iguales; entender de él, nosotros y los otros, formamos parte de la Humanidad. La medida del trato con los otros nos viene de muy antiguo y el maestro de Galilea nos dijo: trata a los otros de la misma manera que tu quisieras ser tratado. Esa medida del trato entre los unos y los otros se llama en la moral Justicia y se traduce en todos los actos de la vida, aún en los mas corrientes y rutinarios por el vocablo equidad.

La Moral enseña a la especie humana que su libertad tiene que limitarse por su propio impulso, antes que por la ley, en beneficio de unos y otros bajo una idea de justicia y la Masonería impone el principio de que los conceptos de libertad e igualdad solo se pueden conciliar en el íntimo y profundo sentimiento de que somos hermanos. He aquí concebido con grandeza el ideal de la fraternidad. No solo tenemos que buscar la perfección para nosotros sino también para los demás, ser solidarios. Por eso es que la masonería es esencialmente docente por los actos de sus miembros dentro y fuera de sus templos porque el ejemplo es la mejor enseñanza.

El ser humano es de un carácter sumamente intrépido e inquieto, trata incansablemente de descubrir y de crear. Para eso Dios lo dotó de una gran inteligencia y de sus manos peculiares, ágiles y hábiles. Cuando, simbólicamente, porque la mitología es un vasto conjunto de símbolos, Prometeo robó a Zeus el fuego y se lo otorgó a los hombres, les proporcionó la llave para un magno desarrollo que, paso a paso, le ha permitido construir esta civilización y esta cultura que ahora poseemos. En realidad no lo robó porque fue Dios mismo que le dejó al hombre la posibilidad de descubrirlo. Dios ha creado las leyes de la naturaleza la cuales parecen insondables, pero que van siendo de algún modo descubiertas paulatinamente por el hombre y así, aunque no las puede cambiar, puede luego utilizarlas para su provecho y lograr mejores niveles de vida. Hoy no importa que el sol se oculte y nos prive de la luz. El hombre ha podido, gracias al descubrimiento y desarrollo de la electricidad convertir la noche en día si ello le es preciso y ha cortado las distancias a términos antes inverosímiles con las naves, los teléfonos y la televisión. En consecuencia, la humanidad tiene ahora mas tiempo para trabajar como también para descansar disfrutando de la múltiples y variadas formas de diversión que la técnica les prodiga. Incluso el hombre vive mucho más tiempo ahora que antes. No nos debe sorprender por tanto que el hombre llegue a tanto, que esté tentando ahora la clonación humana ni debemos rasgarnos las vestiduras porque lo intente. La Humanidad seguirá avanzando hasta los límites que Dios le permita.

No cabe duda, pues que el mundo se ha transformado y lo ha hecho vertiginosamente. El tiempo que los masones dedicaban antes a sus Logias y el que hoy nosotros empleamos y el que los futuros adeptos le podrán dar se ha reducido y es incluso disputado por los goces y distracciones que la modernidad y la globalización le han traído.

Oponerse a ellos es, como lo han dicho varios autores, despreciar por ejemplo, la electricidad y las fuentes de energía. Debemos por tanto afrontar esos fenómenos y aceptarlos pero modulándolos. Sin embargo, en lo que se refiere a la Orden no podemos cerrar los ojos y decir: sigamos exactamente igual como hace siglos. No es cuestión de decir aquí se imponen los principios y eso basta sino de competir y demostrar que la actividad espiritual es superior pero no tiene por que ser aburrida ni obsoleta. Si los principios y los ideales de la Orden son eternos debemos mantener lozana y fresca nuestra esencia, vale decir los Antiguos Linderos, pero adecuar los métodos y los procedimientos si es que no queremos permanecer vegetativos ni entrar en una etapa de mediocridad. La verdad es que esa necesidad de modernizar algo es imperativo que la masonería en general tiene que afrontar ahora porque surgió ya hace mas de 100 años y lo hemos desoído y no hemos querido verlo.

No pretendo generalizar porque hay excepciones valiosas y aquí están representadas varias de ellas. Pero tenemos que renovarnos decidida y profundamente y ese es un menester imprescindible, inaplazable y hasta como razón de supervivencia. El tour de force no puede esperar. Poner los pies en la tierra es imperativo y si bien soñar por ejemplo con la Universidad Masónica Interamericana o con una Fundación mundial es romántico y algún día se hará, pensando que la mejor satisfacción es ver los sueños realizados. La tarea de la que yo hablo ya no puede esperar, es inmediata, es ahora.

Comencemos entonces por modernizar y agilizar las ceremonias y los rituales. Ellos no tienen porque ser monótonos ni tan extensos si al modificarlos conservamos su sentido y su filosofía para que se conviertan en una norma permanente de vida dentro y fuera de los templos. No me digan que agilizar las ceremonias es quitarles profundidad o esencia cuando, por el contrario, como decía Baltasar Gracián: lo bueno, si breve, dos veces bueno. No puedo aceptar por otro lado, que ser ritualista sea conocer de memoria el ritual y ser elegante y perfecto en la ejecución de los signos. Eso me parece muy bien pero es insuficiente porque el verdadero ritualismo es conocer la filosofía del rito y de la ceremonia y tratar de hacerlo como una forma de vida. De modo que seamos reconocidos por nuestras acciones en vida y recordados después.
La segunda misión inmediata que tenemos es la revisión del proceso de incorporación de nuevos miembros a la Institución si es que deseamos asegurar un futuro promisor y de esplendor.

Aseguremos que no solo sean simpáticos y de que tengan cierta holgura económica, sino de que sean esencialmente morales en todo orden de cosas y, si ello fuera posible, que tengan también una cierta influencia como para contribuir a los cambios sociales que el mundo requiere. Ser morales no es ser beatos, ni privarse de los placeres sanos de la vida. Hay que admitir que estamos cansados de vivir de las glorias del pasado y nos toca hacer ahora lo que nos corresponde por si mismos, por el desarrollo de la humanidad. Los Grandes Maestros deben reunirse con los VV:.MM:. y con los Vigilantes juntos coordinar lo necesario para que todo este importante y trascendente cambio se cumpla.

Pero aún si ello se logra, no bastará si es que no reparamos en la necesidad de ofrecer a los aprendices y compañeros lo mejor; si no somos capaces de hacer tenidas agradables, sostenidas por los trabajos, conferencias y misiones que demuestren filantropía, fracasaremos. No es concebible que un grupo de HH:. de denominen logia si no hacen docencia para ellos y los demás, si no hacen beneficencia, si no contribuyen real y eficazmente con el progreso del país y de la humanidad. Lo contrario es gastar nuestras fuerzas en vano.

Y los maestros ¿de que seríamos maestros si creemos que la masonería son las ceremonias y los ritos y los honores que nosotros mismos nos hacemos? Aprendamos la filosofía de la Orden y seamos maestros de vida, seamos en fin morales porque eso es lo que nos congrega.

Ser morales no es ser santos ni beatos, ni abstenerse de los placeres sanos y buenos de la vida. Si lo es ser modestos, diligentes en el cumplimiento de nuestros deberes y ejercer nuestros derechos legítimamente, sin arrogancias. Es sentir el dolor de los demás y dar un paso adelante para aliviarlos, es sentir que los agravios y los abusos a los otros, aún de otros países, también nos agravian a nosotros y no quedarse callados ni indiferentes. Es ser tolerantes y disciplinados pero no permisivos; solucionar los conflictos y llegar a la paz y la armonía.
Lo he dicho ya otras veces, citando a un ilustre masón brasilero, Olimpo Pinto: “Cuando las virtudes que nos hacen morales se practican cotidiana y sinceramente no solo se hacen parte de nuestro ser sino que, así, como los rasgos físicos se transmiten en herencia de padre a hijo, así dichas virtudes se heredan, en la institución y en el país, de generación en generación. Ese es el mejor modo de ser masón y de sentirse pleno como hombre. Esta es la forma como conservaremos el respeto que ganáramos en el pasado y volveremos a ser el Faro Luminoso de la libertad y el progreso que la humanidad mira como guía”.

jueves, agosto 18, 2005

FILOSOFIA DE LA VIDA

FILOSOFIA DE LA VIDA

Los Francmasones se refieren siempre al “Mundo Fraterno” y en su trato, expresiones y acciones predomina siempre el Amor por los demás. ¿Entonces, cómo nos podemos profundizar y encontrar el camino?

Tenemos un ejemplo: “Freud, el padre del psicoanálisis” , Freud fue, a la vez médico, psiquiatra, científico y psicólogo. Y también fue algo más. Fue filosofo. Lo vislumbramos en una carta que escribió a su amigo en 1896. “De joven no ansiaba más que el conocimiento filosófico y ahora estoy en camino de satisfacer ese anhelo al pasar de la medicina a la psicología”.

Por entonces no era inusual que los hombres de ciencia del siglo XIX se sintieran atraídos por la filosofía. En realidad para muchos de ellos la Ciencia era Filosofía.

¿Acaso ésta no significa Amor al conocimiento?

¿Y que mejor manera de demostrar nuestro Amor al conocimiento qué dedicándonos a la Ciencia?

Esto era en sustancia lo que Goethe decía a todo intelectual alemán. Goethe era la voz más influyente en el pensamiento del siglo XIX y el ídolo de Alemania, a la vez que ferviente Masón, que buscaba la forma de transmitir y que cada uno lo interpretara según su propia manera de pensar. Lo que significaba: Amor en la relación entre las personas, como palabra creadora. Con ella realmente se ata y desata, tanto en la Tierra como en el Mundo de los efectos, o como en el Universo Sideral, denominado cielo, mundo interno y trascendente de las causas.

Freud no permaneció inmune a su influencia. Por cierto, se decidió a elegir una carrera científica después de conocer un inspirado ensayo de Goethe sobre la Naturaleza. Y también se hizo francmasón, pues comprendió el mensaje de “El mundo Fraternal de la Orden Masónica”.

De esta manera el interés filosófico de Freund, no fue el de un filósofo profesional y académico. Su filosofía era Social y Humanitaria. Adoptó la forma de una “Filosofía de la Vida”. Los alemanes tienen una palabra especial para ella; la llaman: Weltanschauung, que quiere decir “Concepción de los Mundos”.

Freund concebía dentro de sí, y trataba de transmitirla a los demás una filosofía de la Vida basada en la Ciencia, en la Metafísica y en la Religión. Creía que una autentica y valedera Filosofía de la Vida tenia que basarse sobre el conocimiento verdadero de la naturaleza humana, conocimiento que sólo podía alcanzar mediante la investigación y el estudio científico, aunada a su fe, que creía que éramos todos los humanos parte de un todo con las estrellas y el universo.

Los masones hemos aprendido que nos “iniciamos” al conocer esta filosofía a través de las diferentes alegorías con las que hemos ido enriqueciendo nuestros conocimientos. Entramos en las pruebas por ejemplo: “El viaje de regreso que solo es posible hacerlo en esa luminosa región del Sur, que hemos visto ser el asiento de Venus, como principio de la Armonía Creadora de la naturaleza. E inexplicablemente volvemos cambiados, ahora somos mejores, pues hemos evolucionado dentro de la alegoría de la naturaleza.

El segundo viaje que hace el candidato antes de ser aceptado masón es más fácil y menores los obstáculos por haber adquirido el candidato dominio sobre los pensamientos y su actividad creativa va entrando a una conjunción universal más armónica, esto es que empieza a darse cuenta que es una parte de un todo en el Cosmos. Después el toque de las espadas, que significa el debatir de nuestra mentalidad antes del ingreso a una conjunción universal. Empieza a vislumbrar una forma superior de pensamiento y siente como va ingresando a una fase más elevada que no sabe como explicarlo, pero que sabemos es nuestro plasma vital enlazándose a la Gran Armonía Cósmica.

Así, purificado, o preparado también en su mente subconsciente, se le ceñirá el mandil, como emblema de la nueva conciencia constructiva que empezará a operarse en él. De su manera de creer, de mirar, de profundizarse en estudios esotéricos, prácticos orales y mentales, de cuidar lo recibido. Le dará un Valor determinado, acorde con sus facultades psíquicas, mentales y astrales que le corresponden en su presente visita a la Tierra. De cuanto tiempo permanezca en ella, que factor de vivencias obtendrá en este viaje depende de lo que está escrito como inmutable. Pronto volverá su finalidad de entrar a otros planos astrales en su forma astral o será devuelto a la Tierra con otra envoltura, pero siempre como un Ente Operativo de nuestra sociedad Masónica, pues necesita completar su ciclo y reducir su Karma a cero para no volver más. Para ser parte de la divinidad, o ser destinado a otras tareas más altruistas en otros planos o en otros mundos.
La humanidad que aún no ha quemado su “Karma”, esto es que no evolucionó lo suficiente, que todavía tiene que morir muchas veces antes de lograr un estado de perfección parte de la divinidad, consideran como única realidad el Mundo singular del que tienen conciencia, desechando de su mente, la verdad de estar habitando simultáneamente varios de ellos.

Si todos lo Mundos tiene la misma fuerza de Realidad.
¿Cuál es la verdadera?
¿Es el Plano descrito por la Conciencia?
¿Es el que se reserva la Inconciencia?
¿Acaso hay un mundo único?





LA FUERZA DE LA PALABRA



Cada pensamiento, deseo o palabra que emitimos son realidades concretas en otras dimensiones. Son palpables, tienen color, olor y sabor. Y se agrupan por Ley de afinidad, formando verdaderas entidades psíquicas invisibles, pero con increíble poder sobre todos nosotros.

Hablemos con el corazón y dejemos fluir lo que muchas veces sentimos y no nos animamos a decir: “Te amo, hermano”, expresémoslo con otras palabras: “Puedo ayudarte”, “Perdóname no me di cuenta”, “Por favor”, “Gracias”. Etc.

Debemos soltarnos en el sentido de la palabra, seamos más activos, “hagamos lo que tanto tiempo no hemos hecho” pero “hagámoslo”, demos salida a nuestros sentimientos e intenciones. Quizás toda la vida nos culparemos por no haberlo hecho en esa oportunidad. ¿Siempre el por qué no lo hice ... ¿Por qué no le ayude? ... ¿Por qué no le di un beso a mi padre?.. etc.

Hablemos con voz suave y palabras bellas, recordemos a cada instante que somos hijos del amor y comencemos a comprender que amor no es una emoción, sino un pensamiento superior que se trasluce en acciones, actos y servicios hacia nuestros semejantes.

Por el Poder de la Palabra, comencemos a llenar este planeta de amor...

Así por esta puerta, que te la estamos abriendo de par en par, iras comprendiendo el mensaje; que a través de estas deducciones y reales comprobaciones (como las presentadas) creas por fin: “Que existe una nueva y verdadera forma de vida”. Y que ésta será, la que el mundo entero adoptará algún día .

. Recordemos a cada instante que somos hijos del amor y comencemos a comprender que amor no es una emoción, sino un pensamiento superior que se trasluce en acciones, actos y servicios hacia nuestros semejantes

martes, agosto 16, 2005

EL RITO ESCOCES ANTIGUO Y ACEPTADO

A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
El Rito Escocés Antiguo y Aceptado


Si bien los orígenes del Rito Escocés Antiguo y Aceptado entroncan directamente con la Gran Logia Real de Kilwinning, la Orden de San Andrés del Cardo, la de los Maestros Escoceses de San Andrés, el Rito de Perfección o de Heredom y las Logias de la Masonería jacobita o Masonería estuardista, el Rito, tal y como lo conocemos y practicamos hoy, no se estructura hasta el 31 de mayo de 1801, al constituirse en Charleston, Carolina del Sur, el Primer Supremo Consejo de los Soberanos Grandes Inspectores Generales del XXXIII y Último Grado del Rito Escocés Antiguo y Aceptado. De este primer Supremo Consejo nacen todos los demás legítimos Supremos Consejos. El de España fue constituido el año 1811 y es, por su antigüedad, el tercero del mundo, tras los de los Estados Unidos y Francia. Se estructura el Rito Escocés antiguo y Aceptado en 33 grados, de los que los tres primeros, que constituyen la llamada Masonería Simbólica, dependen de las Grandes Logias; haciéndolo los 29 restantes, es decir, del 4 al 33 ambos inclusive, de los Supremos Consejos, uno por cada país.La Respetable Logia Simbólica Cibeles Nº 131, trabaja en los tres primeros grados del Rito Escocés Antiguo y aceptado, Aprendiz, Compañero y Maestro, con Carta Patente Expedida por la Gran Logia de España. Es sentido y misión del R.·. E.·. A.·. y A.·., en primer lugar, hacer cada día mejores masones, es decir, aumentar su cualificación intelectual, moral y sobre todo masónica a través de un trabajo riguroso, progresivo, profundo y esencialmente iniciático; y en segundo lugar, que esos hombres más formados y más masones, es decir, más hombres, impongan con la fuerza de sus ideas y el ejemplo de su conducta, los principios del Rito y de la Masonería en la sociedad profana.

Se trata, pues, de un Rito, el más difundido en el mundo, en el que se combinan los elementos simbólicos más tradicionales con una dinámica de funcionamiento ciertamente expresiva, que permite desarrollar junto a un profundo sentido de fraternidad, un agudo sentido del análisis racional que invita a enfocar la vida con criterios donde lo espiritual y lo racional se complementan extraordinariamente.En los Templos de las Logias que trabajan en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado se representan simbólicamente las Leyes que rigen el universo, y sus trabajos se realizan fundamentalmente en dos líneas que se complementan como los brazos de un mismo cuerpo.En primer lugar tenemos el Trabajo Ritualístico o Práctica del Ritual que permitirá, en sus grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, a través de una serie de dramatizaciones ritualísticas de antiquísima simbología, tener una mayor consciencia de las Leyes que rigen el universo.

En este sentido el Ritual está estructurado y codificado de tal manera que conforma un hilo conductor, el cual no sólo puede transmitir un claro y sencillo mensaje general, sino que puede activar mecanismos subconscientes e inconscientes que generan un elevado sentido de la trascendencia y de Dios o Gran Arquitecto del Universo. Así, pues, en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es impórtate no sólo la Práctica del Ritual sino también a su asimilación espiritual, psicológica y conceptual.

En segundo lugar, dentro de los trabajos de la Logia, se pone igualmente énfasis en los Trabajos masónicos de tipo intelectual. Los Trabajos son presentados por escrito y, una vez leídos en la Tenida, son tratados de forma oral por los Hermanos. De esta forma se consigue, a través de las diferentes apreciaciones u opiniones aportadas, una percepción profunda del tema tratado, con el consiguiente enriquecimiento y formación masónica que invariablemente dará sus frutos en cualquier ámbito o situación.Siguiendo con el espíritu eminentemente dinámico de las Logias del Rito Escocés antiguo y aceptado, habitualmente forma parte importante del Trabajo masónico los correspondientes ágapes fraternales o cenas realizada fuera de las Logias, donde se interrelacionan sus miembros y se desarrolla, si cabe en mayor medida, el profundo sentido de la Fraternidad que existe entre todos los Hermanos.

Reflexionar sobre el sentido y misión del Rito Escocés Antiguo y Aceptado es tanto como analizar su ontología y la aplicabilidad y proyección de su esencia en la Sociedad.Es difícil encontrar un Rito en el que se armonice tan equilibradamente el Espiritualismo, el Humanismo y la Libertad, que son las tres columnas que sostienen al Escocismo. Porque el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un Rito tradicional e iniciático basado en esos tres elementos y asentado sobre la profunda fraternidad masónica.El Rito permite, y este seria su primer sentido, que una alianza de hombres libres trabaje para el progreso espiritual, moral, intelectual y material de la Humanidad.

En consecuencia la vocación espiritual del R.·. E.·. A.·. A.·., lleva a un humanismo filantrópico.Espiritualismo, Humanismo, Fraternidad, Filantropía, no son para los masones escocistas conceptos vacíos de contenido. Nuestra espiritualidad no nos viene dada como si fuese una gracia, el humanismo no consta en nosotros como una virtud innata, la fraternidad no es espontánea. A esas virtudes masónicas se llega a través del esfuerzo individual y colectivo, utilizando una tradición iniciática y progresiva (el Rito es un método) que posibilita una espiritualidad abierta a la libertad, al humanismo, a la igualdad y a una auténtica fraternidad universal entre los hombres.Cabe decir que el R.·. E.·. A.·. A.·. es tan tradicional como liberal. Un Rito que rompiera con la tradición iniciática o que no proclamase la libertad, y fuese por tanto dogmático, dejaría en ambos casos de ser masónico.

La misión del R.·. E.·. A.·. A.·. es siempre construir. Construir el edificio supremo de un orden iniciático, construir al hombre y construir su fraternidad, en resumen hacer mejores masonesEl Rito Escocés implica en su ideal una perfecta síntesis entre el humanismo espiritualista de la filosofía tradicional y el humanismo antropológico moderno.Aunque el mundo profano se esfuerza en enfrentar conceptos como universalidad y diferencia, los masones escocistas podemos proclamar que sin respeto a las diferencias el universalismo puede degenerar en totalitarismo, y que, sin exigencia de valores universales (es decir sin un horizonte de universalismo) el derecho a la diferencia podría desembocar en un enfrentamiento bélico. Por eso conviene mantener pujante siempre la vocación universal de la Masonería.

La filosofía Escocista (que como hemos señalado es perfecta síntesis entre espiritualismo y humanismo) pretende hacer notar su mensaje universalista de libertad y tolerancia frente a todo fanatismo, frente al integrismo religioso y frente al racismo xenófobo. Porque los principios del R.·. E.·. A.·. A.·. no quedan reducidos a la pura abstracción teórica, sino que tienen a proyectarse en el mundo profano través del trabajo y ejemplo individual que los masones escocistas ejercen en el entorno social, laboral, etcétera, al que cada uno de ellos pertenece.En la esfera intelectual se rinde culto a la inteligencia y a la ciencia, utilizando la razón como vía de acceso a la verdad e introduciendo al hombre en una visión relativista frente a todo fanatismo dogmático.En cuanto a las creencias, nuestro Rito, que es respetuoso con todas las religiones, defiende la libertad religiosa y de culto y la independencia del poder político respecto al religioso.Como podemos ver hay un bagaje concreto en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado. Porque éste es un método, un medio un vehículo para el aprendizaje perfectivo del masón y para la transmisión de contenidos intelectuales. El R.·.E.·.A.·.A.·. es no solo forma sino también fondo, ambos deben ser justamente equilibrados. Un Rito que redujese los elementos formales no seria perfecto, pero creer que la forma es todo, es decir, vaciar de contenido material el Rito, reduciéndolo a una ceremonia formal supondría una alteración ontológica del mismo. La forma no debe nunca sustituir, y menos excluir al fondo, al pensamiento, al contenido profundo y esencial del Rito.

viernes, agosto 12, 2005

LA VIDA ETERNA - ENVIO 33 - Final

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO
(ENVIO 33)
Roger Jordán Palomino

La vida eterna

Antes de tratar la última parte del presente trabajo, es necesario conocer lo que la Filosofía considera como eternidad. En el breve diccionario filosófico de Augusto Salazar Bondy se define a la eternidad como “La ausencia de límites en el tiempo, o de principio y fin “; por su parte los diccionarios comunes la definen igualmente como “Lo que no tiene principio ni tendrá fin y que sólo es atribuible a Dios “

Por su parte, el diccionario filosófico mencionado se refiere al tiempo como: “Al término indefinible que se refiere a aquella condición universal que hace posible el cambio de los objetos”; y los diccionarios comunes se refieren al tiempo como: “ La duración de las cosas sujetas a mutación”.

En ambas definiciones; la referida a la eternidad, de origen filosófico; y la referida al tiempo, de origen científico, se aprecia como un común denominador la mutabilidad o inmutabilidad de las cosas por lo que se puede deducir que el tiempo es atribuible sólo al fenómeno y la eternidad al origen último de todos los fenómenos

Si se recuerda lo expresado en la primera parte acerca de la verdad, se puede afirmar entonces que el tiempo es también atribuible a lo relativo, a lo que es y no es pues siempre está cambiando y la eternidad a lo que es inmutable, es decir a lo que es absoluto y en consecuencia a lo que es siempre verdad, o sea a Dios a quien se acepta como lo único absoluto, inmutable y verdadero.

Entonces, según todo lo expresado, la vida eterna sólo puede ser posible en Dios, y para lograrla se debe haber logrado la total evolución del ser, o sea, haber logrado escalar desde la manifestación material de Dios hasta su manifestación espiritual, es decir, desde el fenómeno relativo hasta su causa absoluta que, según el razonamiento hermético expresado ya varias veces, significa el ascenso, desde la materia hacia la energía, luego hacia la luz, luego hacia el pensamiento, luego hacia el amor, para terminar en el espíritu que es el origen de todo cuanto ha sido manifestado, está siendo manifestado o será manifestado.

Por tal razón, si el tiempo sólo tiene sentido por la necesidad intuitiva de determinar la duración de las manifestaciones fenomenológicas del universo como lo sostiene Kant en su “Crítica de la razón pura”, este concepto abstracto debe comenzar a dejar de tenerlo en el origen de dichas manifestaciones que se dan en la energía hasta convertirse ya en un concepto relativo en el origen de la energía que es la luz como lo demostró Einstein, deduciéndose que en el origen de la luz que es pensamiento, y en el origen del pensamiento que es el amor, y en el origen último del amor que es el espíritu de Dios, el tiempo pierde totalmente su sentido ya que el Amor proveniente del Espíritu de Dios, abarca todas las infinitas posibilidades de manifestación, en todos los infinitos espacios y en todos los infinitos tiempos, lo que vendría a dar mas o menos una idea de lo que es la eternidad.

Efectivamente, si se especula en base al siguiente pasaje de la Biblia se encontrará una revelación que podría comprobar desde el punto de vista religioso lo manifestado anteriormente: “Y el ángel juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería mas” (San Juan, Apocalipsis 10, 6). Quizá en este pasaje puedan coincidir en sus especulaciones sobre la eternidad, el Racionalismo y el Misticismo si dejaran la arrogancia de creer que solo ellos conocen la verdad.

Aun cuando conceptualmente se pueda haber formado una idea de la eternidad, puede resultar ya inefable idear la vida eterna luego de que el ser humano haya completado toda su evolución según los planes de Dios; tal inefabilidad es explicable en razón de que semejante forma de vida se realizará en el Espíritu Dios la que contiene de manera absoluta, toda la belleza y toda la justicia de las que siquiera podamos imaginar con nuestra mente acostumbrada a lo relativo y, en consecuencia, a lo temporal.

Si en algunos escasos momentos de su vida terrena, el hombre se queda a veces absorto, olvidando el tiempo, al contemplar algo bello, o conmovido hasta el éxtasis cuando vive algo justo y lleno de amor, ¡Cuan indescriptible puede resultar vivir y ser parte del origen mismo de tal belleza y de tal justicia y de tal amor!, sin que el tiempo tenga ya sentido, comprendiendo por siempre jamás, por vivir en el seno mismo del amor, lo relativo que fue la existencia en la tierra así como cuando San Pablo dice en su carta a los Efesios: “Para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en el amor, seáis capaces de comprender con todos los santos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura” (Efesios, 3, 17 al 18)

Para que tal cosa ocurra, el Yo o Ego debe ya haber logrado su total perfección y, en consecuencia, haberse identificado absolutamente con el Alma, convirtiéndose así en una experiencia de esta en su vida material y temporal, es decir, cuando el ser necesitaba dividir el tiempo en pasado, presente y futuro sin comprender todavía, por su falta de evolución, que su vida siempre está ocurriendo en el eterno presente.

Así pues, la mónada convertida en Alma después de millones de años de evolución humana, y ahora retornada nuevamente al seno de Dios, no ha hecho mas que vivir cambios sucesivos en tiempos sucesivos, por lo que se puede deducir que todos estos tiempos han formado siempre parte de la eternidad de su existencia, y al cesar ya los cambios por haber completado su evolución, comprenderá que los tiempos que le tocó vivir encarnada en la materia, no fueron mas que parte de las infinitas posibilidades de realización que contiene el eterno Espíritu de Dios, y que entre el tiempo transcurrido en el que fue monada, luego alma y luego hombre, se ha ganado la experiencia que en forma de Yo o Ego formará parte de su personalidad lo que le permitirá vivir la eternidad en el Espíritu de Dios pero con Consciencia de sí, gozando por merecerlo, la gloria de que fue parte del “Alfa”, y que por su lucha por evolucionar ahora es parte de la “Omega”, como está escrito en la Biblia, cuando San Juan dice: “ Y el que estaba sentado en el trono dijo: Hecho está, yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo”(Apocalipsis, 21 del 5 al 7).

Este ser así evolucionado, ya no podrá ser denominado hombre mortal, hijo del destino, sólo apto para vivir temporalmente en la tierra de la que formó parte, pues ya será parte de las causas del destino mismo y residirá eternamente en aquellos niveles de existencia en los que tendrá que cumplir las misiones que el Altísimo le reserve para su mayor gloria tal como lo anuncia San Pablo cuando dice:
“Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual. El primer hombre es de la tierra terrenal; el segundo hombre, que es el señor, es del cielo”. ( 1 Corintios del 45 al 47).

BIBLIOGRAFIA

- “La Santa Biblia”
- “El Kybalión” ( 3 iniciados)
- “Isis sin velo” ( Blavatsky)
- “La Doctrina secreta” ( Blavatksky)
- “Fragmentos de una enseñanza desconocida” ( Ouspensky ).
- “El Maestro de Isgrev” ( Kurteff )
- “Historia General de la Masonería” ( Oscar Rodrigo Albert )
- “El Libro negro de la masonería” (De la Ferriere)
- Obras varias masónicas ( Lavagnini)
- “Historia completa de la Orden Rosacruz” (Lewis)
- “Las Mansiones del Alma” ( Lewis )
- “Cruzando el umbral de la esperanza” (Juan Pablo II)
- “El Discurso del método” (Descartes)
- La Crítica de la razón pura” (Kant)
- “ Historia de la Filosofía” (Schwgler)
- Bibliografía abierta de la Antigua Mística Orden Rosa Cruz.
- Bibliografía abierta de la Orden Masónica
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FIN

martes, agosto 02, 2005

¿REENCARNACION O UNA SOLA VIDA? - ENVIO 32

LIBRO “EL SER HUMANO”, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 32)
Roger Jordán Palomino

¿Reencarnación o una sola vida?

Salvo que existan otros procesos sobre los cuales no es posible siquiera imaginar, el único soporte racional que se dispone para asegurar que la capacidad de la especie humana, a diferencia de las otras especies de la creación, de evolucionar hacia naturalezas sucesivamente superiores o hacia civilizaciones mejores, es que después de la muerte de cada uno de sus componentes, la vida debe continuar con los procesos de purgación y comprensión sobre los que ha especulado anteriormente.

Ahora bien, si los procesos de purgación y comprensión se dan después de la muerte, las formas en que dichos procesos pueden influir en la especie humana sólo pueden ser dos.

La primera forma podría consistir en que el Alma- Personalidad, luego de cierto periodo de purificación o comprensión, reencarne en un cuerpo para continuar su evolución en la tierra hasta su muerte para luego reencarnar nuevamente, y así sucesivamente, adquiriendo experiencia tras experiencia, construyendo de esta manera una experiencia acumulativa de todos los hombres, durante todos los tiempos y que llamamos civilización.

La segunda forma podría consistir en que el Alma-Personalidad, después de la muerte ya no regresa a la tierra, es decir ya no reencarna y vive en ella una sola vez, y el proceso de evolución de la especie humana se dé por la comunicación del Espíritu de Dios a algunos hombres de grandes verdades morales o científicas.

En esta parte seria conveniente especular sobre las dos posibilidades indicadas anteriormente desde el punto de vista de la Filosofía Etica; es decir desde una óptica en la que el hombre alcanza a percibir y considerar lo que es justo o injusto, reconociendo de antemano, la imposibilidad de penetrar los inescrutables designios de Dios al respecto.

Al respecto, y hasta donde alcanza la humana comprensión sobre lo justo o injusto, se puede expresar que vivir una sola vez en la vida, es aceptar que el hombre debe lograr en dicha vida, los niveles de evolución indispensables para completarlos luego con los procesos de purificación y de comprensión de los que se ha especulado después de su muerte en el llamado purgatorio y cielo; o que quede fuera de la mente de Dios eternamente en el plano de existencia que la religión considera como Infierno.

Sin embargo, este último punto de vista plantea algunas inquietudes a la humana comprensión, difíciles de resolver acerca de la justicia divina, pues se conoce que los hombres nacen con diferentes condiciones en sus vidas.

Por ejemplo, un ser humano que muere después de haber vivido solo hasta su juventud, no puede estar en igualdad que un hombre que muere en su vejez, después de muchos años de vida; o un hombre que nace en el seno de una familia de criminales no puede estar en las mismas condiciones que uno que nace en el seno de una familia virtuosa; o el que nace tullido no puede estar en igualdad de oportunidades que el que nace saludable; en fin, sería largo y ocioso enumerar los casos en los que las diferencias entre los hombres establecen desigualdad de oportunidades para su evolución y consecuente salvación o condenación eterna.

Por su parte, la teoría de la reencarnación parece estar mas ajustada a la humana comprensión sobre la justicia divina, que la teoría de una sola vida por las razones que se exponen a continuación.

La mayoría de las religiones de oriente, creen en la reencarnación, siendo probable que la Religión Judía Antigua, en la que están basadas el Judaísmo y el Cristianismo Moderno, haya creído en tal teoría; algunos pasajes de la Biblia así parecen sugerirlo.

En Job Cap. 33 del 27al 29 está escrito que “Dios mira sobre los hombres; y al que dijere: pequé y pervertí lo recto y no me ha aprovechado, Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro y su vida se verá en la luz; he aquí, todas estas cosas hace Dios tres y más veces con el hombre”. Este pasaje de la Biblia puede estar sugiriendo claramente la idea de la reencarnación pues, que otra cosa podría significar el “No bajar al sepulcro” tres o más veces sabiendo que la muerte es inevitable para todo hombre.

En San Juan, Cap. 9 del 2 al 4, los discípulos le preguntaron a Jesús ante la presencia de un hombre que había nacido ciego: ” Maestro, ¿ Quien pecó, este hombre o sus padres?, y Jesús les respondió: “No pecó este hombre ni sus padres; sino para que la obra de Dios pueda manifestarse”. Ante la respuesta de Jesús y teniendo en cuenta la justicia divina, no queda otra alternativa que aceptar que el ciego no había pecado en su actual vida sino en otra anterior y que, por tal razón, en esta vida tenía que aprender alguna lección importante para su propia evolución que es parte de la obra de Dios en la raza humana.

En San Juan, Cap. 3 del 1 al 9 Jesús sostiene la importancia de que el hombre nazca de nuevo a fin de que pueda entrar a Reino de los Cielos, aludiendo claramente a la reencarnación, y en el mismo capítulo, en el versículo 8 se dice que “El alma va y viene como el viento y nadie puede decir con que frecuencia y con que dirección y manera vendrá”, aludiendo a que la reencarnación debe realizarce varias veces, en diferentes tiempos y en diferentes circunstancia de la vida.

En San Marcos, Cap. 8, del 27 al 30, Jesús les preguntó a sus discípulos quien era él, respondiéndole estos que los hombres decían que era Juan el Bautista o Elías, y cuando le preguntó a Pedro, este le dijo que era el Cristo, pidiéndoles Jesús que no lo revelaran a nadie, dando a entender que el no era la reencarnación de Juan ni Elías sino el mismo Cristo. En el mismo San Marcos, Cap. 9 del 9 al 13, los discípulos se refieren a la esperanza de los Judíos de la vuelta del profeta Elías, contestándoles Jesús que Elías ya había regresado y que habían hecho con él lo que quisieron para que se cumpla lo que, sobre él, estaba escrito, confirmando nuevamente la creencia en la reencarnación entre los judíos.

Por los pasajes de la Biblia descritos, se aprecia de que la Religión Judía Antigua consideraba a la reencarnación como algo natural, comprobándose esta afirmación por el hecho de que Jesús, quien no perdía la oportunidad para corregir a sus discípulos, muchas veces con dureza, cuando estos expresaban algún concepto místico erróneo, no lo haya hecho en ninguna circunstancia en la que se trató sobre esta creencia como se puede comprobar en todo el nuevo testamento.

En la Introducción de la Biblia Católica Latinoamericana, se sostiene que la creación no ha terminado, dando a entender que el hombre se encuentra en proceso de evolución como se viene afirmando en este trabajo; por ello, se pude expresar que, para alcanzar los niveles de evolución necesarios al plan de Dios para el hombre, no debiera preocupar tanto si el hombre vive una sola vez o tiene que reencarnar varias veces para completar tal evolución y, mas bien, se debiera estar convencido, aun cuando no se entienda del todo, que para tal evolución, el Creador actuará con justicia absoluta pero también con amor y misericordia infinitas, y que el destino de la humanidad, no puede ser otro que alcanzar la máxima evolución para que el Alma viviente, retorne a su creador, después de su experiencia de vida en la tierra para ser parte de su unidad hasta su próxima manifestación tal como lo anunció Jesús el Cristo según consta en San Juan Cap. 17 del 21 al 23 y cuyo testimonio se diera en la segunda parte de este trabajo.