LOS CAMINOS HACIA LA VERDAD ... Envio 6-42

EL SER HUMANO, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO (ENVIO 6/42)

R:.H:. Roger Jordan Palomino


PARTE I

“ Y di mi corazón a inquirir
y a buscar con sabiduría
sobre todo lo que se hace
debajo del cielo; este
trabajo dio Dios
a los hijos de los hombres
para que se ocupen de él”
(Eclesiastés 1, 13)


LOS CAMINOS HACIA LA VERDAD SOBRE: EL SER HUMANO

Para el desarrollo de un tema que trate de dar respuestas aceptables y coherentes sobre el hombre en lo referente a su naturaleza, a la finalidad de su existencia, a su evolución y a su destino después de la muerte, todo el conocimiento humano sería poco; por tal razón, reconociendo primero la imposibilidad de semejante tarea, es imprescindible definir una forma que intente siquiera una aproximación a la verdad sobre tan trascendentes asuntos.

En esta primera parte pues, y como se dijo anteriormente, se especulará sobre algunos de los caminos que se cree, pueden dar ciertas

aproximaciones, reconociendo de antemano que no son los únicos ya que es cierto que cada hombre tiene y sigue su propio camino.

La Razón y la verdad

Una de las potencialidades del ser humano para conocer algo de la verdad es la Razón; sin embargo, no es la única potencialidad que él posee por lo que no es coherente aceptar como verdad sólo lo que la Razón acepte como tal.

Casi siempre, quien así actúa, sólo acepta los denominados métodos racionalistas y desdeña lo que otros métodos proponen, particularmente los métodos llamados místicos, métodos estos que, como se verá, pueden revelar grandes conocimientos sobre la verdad, no precisamente mediante la Razón.

Lamentable y corrientemente no hay conciliación entre un racionalista y un místico, mas que nada por la intolerancia de los unos con respecto hacia los otros, antes que por un inteligente acuerdo para conocer la verdad.

Se debe pues pensar que todos los métodos son valederos pues, como se verá, ni los racionalistas están en capacidad de sostener que todo sus conocimientos y disciplinas pueden abarcar la totalidad de la verdad, ni los místicos pueden negar ya, lo que los racionalistas vienen descubriendo ser cierto.

Al decir "descubriendo", tácitamente se está aceptando que antes de ser descubierta, la verdad estaba todavía oculta, pero no por ello era inexistente; y así se tiene que los racionalistas trabajan para develar lo oculto y los místicos trabajan en lo todavía oculto.

Día llegará en que la verdad plena sea conocida y develada totalmente, y ello, porque hombres de buena voluntad vienen haciendo pleno y legítimo empleo de todas sus potencialidades para conocerla.

Verdad y Realidad

Los diccionarios definen a la verdad como la conformidad de las cosas con el entendimiento o, conformidad de la idea que se tiene sobre algo con el objeto del mismo; también se dice que es verdad cuando un objeto, pensamiento, idea, etc. tiene la propiedad de mantenerse inmutable. Por su parte, a la realidad la definen como aquello que tiene existencia verdadera.

De las dos definiciones se puede deducir que hay una relación muy estrecha entre verdad y realidad, pudiendo afirmarse que todo lo que existe realmente es verdadero, tanto en el noumeno como en el fenómeno, perceptible o no por los sentidos, entendiéndose como noumeno a la cosa en sí misma, y como fenómeno, a la manifestación exterior de dicha cosa según el filósofo Kant.

Pero, ¿cuanto de la realidad y de la verdad conoce el ser humano?, ¿Se puede decir con seguridad que sólo lo que se ve o se siente tiene existencia verdadera?

Frente a estos grandes y trascendentales problemas, el hombre busca las respuestas normalmente conforme a su cultura, y muy pocas veces, con audacia. En este trajín, se acomoda casi siempre a las opiniones de los que considera con autoridad para ello, aun cuando suponga caer en el dogmatismo que es el aceptar dogmas sin comprenderlos o sentirlos como verdaderos, o a esconder o disimular sus temores y sus dudas; muy pocos osan ir mas allá, tratando de buscar la verdad por cuanto camino exista hacia ella.

Para dicha búsqueda suelen usarse los caminos del Racionalismo, particularmente científico y filosófico, y del Misticismo, particularmente iniciático y religioso, caminos cuya importancia, se señalará por separado.

El Breve Vocabulario Filosófico de Augusto Salazar Bondy define al Racionalismo, como "La corriente filosófica de la Edad moderna que sostiene la posibilidad de un conocimiento puramente racional al que concede el máximo de rigor y certeza, y al Misticismo, como los "Términos referentes a la vinculación directa, fundamentalmente no racional, entre un creyente o una personalidad artistico-religiosa y la divinidad."