Nombre: Gran Biblioteca GLP
Ubicación: San Isidro, Lima, Peru

lunes, junio 06, 2005

EL SER HUMANO - A MIS ANTORCHAS DE LUZ

(EL SER HUMANO, ESPECULACIONES SOBRE SU MISTERIO, ENVIO 3/42)


A MIS ANTORCHAS DE LUZ

Mi gratitud eterna a las siguientes personas e instituciones que Dios ha puesto en mi camino para que actúen como antorchas de luz en la búsqueda de la verdad, y quienes, de una forma u otra, han contribuido y continúan contribuyendo al conocimiento de mí mismo como base para intentar conocer el Misterio del Ser Humano.

A mis padres, ambos profundamente católicos; sus vidas constituyeron mi mejor enseñanza sobre como vivir con fe y esperanza en Dios. Aun cuando no alentaron algunas de mis ideas sobre el libre pensamiento y mi participación activa en las Ordenes Iniciáticas de la Rosacruz y de la Masonería, sin embargo supieron sembrar en lo más profundo de mi consciencia la convicción de que, no por buscar a Dios por otros caminos, además del que me proporciona mi religión, sin embargo podría dejar de adorarlo finalmente en mi Santa Madre Iglesia Católica Apostólica y Romana.

A mi querida esposa, mujer amorosa quien, a pesar de su natural sencillez, posee una formidable intuición y una indoblegable firmeza, por lo que me sirve como macizo referente para percibir mis aciertos y también mis errores.

A mi suegro, hombre simple y sabio a la vez, mientras vivió sembró en mí, la inquietud por lo oculto, alentándome a buscar la verdad sin temor por cualquier camino, además del de la religión, particularmente por el de la Rosacruz.

A mis fráteres y sorores de la ANTIGUA MISTICA ORDEN ROSACRUZ, que fueron y son mis guías en cada vuelta y en cada punta del sagrado triángulo de la verdad, y que me iniciaron por el camino de lo oculto y me continúan acompañando en el infinito y fascinante viaje al interior de mi consciencia para encontrar ahí, la piedra filosofal que me permita transmutar mi ser mortal en un ser trascendente, digno del Cósmico que es como le llaman a Dios.

A mis hermanos de la Masonería Simbólica, en especial a la RESPETABLE LOGIA SIMBOLICA “CRUZ AUSTRAL” No 12, que con su fraternidad sin par, su poderosa simbología y su conmovedor ritual, estimulan mi espíritu para la defensa de la Libertad, de la Igualdad y de la Fraternidad entre los hombres, y para la búsqueda de la única verdad que no debe ser otra que el Gran Arquitecto del Universo como le llaman a Dios.

A mis hermanos de la Masonería Filosófica, en especial al SUPREMO CONSEJO DEL GRADO 33, que con su sublime y profundo quehacer filosófico, ayudan cada vez más, a ubicar a mi espíritu en las posiciones conceptuales desde las que comprenda, con mas claridad y perspectiva, las grandes verdades de la vida y los grandes postulados de la Masonería Universal, particularmente el de “Amar a Dios por sobre todas las cosas y a nuestros semejantes como a nosotros mismos”.

Al EJERCITO DEL PERU, en cuyas fila serví por 42 años, y que inculcó en mi ser con marcas indelebles, la disciplina y un profundo amor a nuestra patria, como el espacio geográfico en el que los peruanos debemos vivir en Libertad, en Igualdad y en Fraternidad. En la defensa de dichos sagrados principios, debí cumplir tareas castrenses en las que desarrollé la voluntad por vencer todo obstáculo, y fortalecí en mi espíritu el valor ante lo desconocido; virtudes estas que ahora me son valiosas en la búsqueda de la verdad, la que no pocas veces se oculta detrás de barreras aparentemente insalvables y temibles, que finalmente descubro, fueron puestas en mi consciencia por mí mismo.

A mi SANTA MADRE IGLESIA CATOLICA APOSTOLICA Y ROMANA, la que, desde el papado de Juan XXIII, es, como quería Jesús el Cristo, cada vez más ecuménica, más sabia y menos dogmática como lo evidencia el Papa Juan Pablo II en sus respuestas a un reportaje que le hicieron sobre los asuntos más controversiales del catolicismo, el que, en su devenir histórico, permitió algunas veces la distorsión de la verdadera grandeza de la doctrina de Jesús el Cristo; respuestas que están contenidas en el Best Seller, “Cruzando el Umbral de la Esperanza”, y como lo pude comprobar personalmente en la hermosa experiencia que viví en el MOVIMIENTO CURSILLISTA.